Finalmente los partidos políticos tuvieron la oportunidad de decir lo que piensan del proyecto de reglamento preparado por los jueces de la Junta Central Electoral destinado a regular la campaña electoral del 2008, pero tal y como esperaban quienes están familiarizados con la lógica conque operan nuestros partidos no dijeron nada  que no se supiera ya: que no desean una campaña electoral limitada por regulaciones ni controles, como ha sido siempre, mucho menos ahora que se les ve tan dispuestos a entregarse a los excesos y el desenfreno conque por aquí celebramos la llamada fiesta de la democracia.

Los señores miembros de la JCE, a la que los partidos acusan de desbordar las funciones propias del tribunal hasta el punto de violar principios fundamentales consagrados en la Constitución y la propia Ley Electoral, tampoco pueden alegar sorpresa o desconocimiento, pues si en algo se les ha insistido desde que se empezó a hablar de ese reglamento ha sido en su carácter absolutamente extemporáneo, y más que nada en su  inutilidad para limitar o regular  las actividades proselitistas  del presidente-candidato, el doctor Leonel Fernández, pues si no sirve para todos, sin excepciones ni privilegios,  no sirve para ninguno.

Por eso puede decirse que la bravata del doctor Julio César Castaños Guzmán advirtiendo que la JCE es un organismo soberano y que no se dejará meter miedo de nadie parece más destinada a salvar la posición del tribunal de comicios en torno al controvertido reglamento que a imponer una autoridad de la que lamentablemente carece.

  En pie de guerra

Los síndicos del país agrupados en la Federación Dominicana de Municipios han decidido tirarse a la calle a reclamar del gobierno la entrega del 10% de los ingresos fiscales consignados en el Presupuesto Nacional, como lo establece la ley 166-03, para lo cual han organizado una “jornada de lucha” que incluye una visita al Congreso Nacional y los legisladores, una caminata al Palacio Nacional, paros simultáneos en todos los ayuntamientos del país hasta desembocar en una huelga general de municipios que ya tiene, incluso, su fecha de celebración  determinada: el próximo 29 de noviembre. Es probable que el gobierno, como ocurre últimamente cada vez que se le critica algún mal paso en la ejecución de las políticas públicas o el manejo incorrecto de los recursos  que administra, atribuya motivaciones políticas al plan de lucha anunciado por FEDOMU, pero solo sería otra torpeza más, de las tantas cometidas últimamente por un gobierno al que se percibe errático y a la defensiva.

Democracia a la criolla

Nuestra democracia suele ser a veces demasiado laxa, para decirlo de algún modo, sin que esté muy claro si se trata de un rasgo de fortaleza o de debilidad o, si acaso, de otra expresión más de lo que somos como pueblo, pero lo cierto es que a veces queremos llevar las cosas demasiado lejos. La Federación de Estudiantes Dominicanos (FED) pretende que el Poder Ejecutivo incluya a cinco de sus miembros en la comisión especial a la que se ha encargado elaborar un plan de subsidio al pasaje de los estudiantes del país. Miguel Féliz, presidente de la FED, anunció que para el día de hoy tiene prevista una visita al Palacio Nacional donde depositará su propuesta, que además incluye la integración a esa comisión de dos representantes del sector transporte del Distrito Nacional (parece que los muchachos de la FED creen que los únicos beneficiarios de ese subsidio serán los estudiantes que residen en la Capital), al tiempo de mostrarse confiado en que el presidente Fernández acogerá su solicitud. ¿Y saben qué? Después de las cosas que se han visto, y dada la forma  en que el gobierno, en medio de  su paroxismo reeleccionista, está actuando, cualquier cosa puede suceder. Sino que le pregunten a Fefita la Grande o a Ramón Pérez Figuereo.