Qué se dice
Sal y agua

<STRONG>Qué se dice<BR></STRONG>Sal y agua

 Si los entusiastas promotores y propagandistas del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Centroamérica hubieran dicho desde el principio y a la franca que, una vez entrara en vigencia, habría que esperar hasta 20 años para beneficiarse de las rebajas en los precios de la canasta familiar, los que más importan a la mayoría de la población, nos hubiéramos ahorrado un montón de confusiones y malentendidos, y a lo mejor hasta el propio tratado.

La Federación Dominicana de Comerciantes acaba de proponer a la Secretaría de Industria y Comercio que publique una lista pormenorizada con los productos que bajarán de precios, en qué proporción bajarán y cuándo entrarían en vigencia esas rebajas, a fin de edificar un poco mejor a la ciudadanía, que después de sufrir durante años la cantaleta de las bondades que nos traería el TLC de repente ve cómo esas bondades se vuelven sal y agua o prometen llegar cuando ya no nos hagan falta o simplemente hayamos cambiado de dieta.

Goteras en Barrio Seguro

  El problema del auge de la delincuencia en el país puede compararse al del hombre que una noche de lluvias descubre que el techo de su casa está lleno de goteras, que se apresura a tapar a la mañana siguente, solo para descubrir con gran desconsuelo, al aguacero siguiente, que nuevas goteras han venido a mortificarle su sueño, pues simple y sencillamente el problema no se resuelve tapando goteras sino cambiando el techo. Concentrado, hasta ahora, en las ciudades de Santo Domingo y Santiago, las más importantes del país, el programa Barrio Seguro ha probado su eficacia reduciendo los índices de actos delictivos y de violencia allí donde se aplica, pero basta abrir cualquier periódico para darse cuenta que son muchas las ciudades, a lo largo y ancho del país, que lo necesitan y con urgencia, pues la delincuencia no les da tregua ni de día ni de noche. Uno de esos casos es Moca, para poner tan solo un ejemplo, donde los maleantes actúan con una libertad que espanta, como si no se sintieran amenazados por autoridad alguna.

Filtraciones

  El doctor Julio César Castaños Guzmán considera una deslealtad hacia la Junta Central Electoral y sus integrantes las informaciones que algunos magistrados filtran a la prensa sobre las interioridades de las sesiones del pleno del organismo, las mismas que, según la doctora Aura Celeste Fernández, la forzaron a explicar públicamente su versión de lo ocurrido. El presidente de la JCE cree que la mejor manera de evitar dimes y diretes públicos es que haya una sola voz autorizada a hablar de lo que ocurre o se decide en esas reuniones, aunque lo ideal sería -señala- que éstas fueran públicas, a puertas abiertas, como las sesiones de senadores y diputados en el Congreso Nacional, lo que haría innecesarias tanto las filtraciones como los chismes y especulaciones. Pero para eso, como bien reconoce el doctor Castaños Guzmán, falta mucho todavía, algo verdaderamente lamentable si se piensa que estamos hablando de la mejor forma de rodear de transparencia las acciones y decisiones de ese pleno.

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