Qué se dice 
Salvando el pellejo

Qué se dice <BR data-src=https://hoy.com.do/wp-content/uploads/2006/05/F5CF47B0-1B5F-4340-8A4F-AA9B51A23316.jpeg?x22434 decoding=async data-eio-rwidth=271 data-eio-rheight=390><noscript><img
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Dice el ingeniero Ramón Alburquerque, con un tono de advertencia que, por venir de quien viene, no es posible ignorar  que en este accidentado proceso post electoral está en juego la paz social del país, por lo que el Partido Revolucionario Dominicano no barajará ningún pleito en su firme propósito de defender el voto que entiende le fue arrebatado en las urnas a través del deliberado «descuadre» de las actas de votación. No debe ser causa de sorpresa el beligerante tono que emplea el presidente del PRD tras la debacle electoral de su partido a manos del PLD y el gobierno, forzado por tan adversa circunstancia a gritar tan alto y fuerte como sea posible para defender lo que desde aquí parece una causa perdida, tan alto y fuerte -precisamente- que no permita escuchar el coro de voces que, a lo interno del PRD, está exigiendo su cabeza atribuyéndole gran parte de la responsabilidad por la humillante derrota sufrida en las urnas.

Contener la hemorragia

  Tal y como era previsible, tan pronto se produjo su reintegración a las labores propias de la Procuraduría General de la República, que abandonó por unos meses para hacer campaña política, el doctor Francisco Domínguez Brito enfiló sus cañones hacia la cárcel pública de Rafey, de la que se han fugado doce reclusos en el último mes, y donde el pasado fin de semana fue desmantelada una red mafiosa que venía operando desde hace años dedicada a traficar prácticamente con todo. Eso sólo pudo ser posible porque Domínguez Brito dispuso previamente la sustitución de los agentes policiales responsables de su custodia por personal penitenciario especializado, entrenado en el manejo de cárceles y reclusos, que se espera se quede de manera permanente en Rafey. No será todo lo que habría que hacer para cambiar lo que es necesario cambiar en ese recinto, algo sólo posible cuando las autoridades se animen a emprender una verdadera reforma penitenciaria, pero al menos servirá para contener la peligrosa hemorragia de reclusos que ha permitido que salga a la calle gente muy peligrosa.

Propaganda

  Es posible que a causa de la incertidumbre provocada por la tardanza de la JCE en proclamar un ganador definitivo a siete días de las votaciones, a lo que se suma la comprensible depresión de los que vieron tronchadas sus aspiraciones de continuar en sus cargos, los síndicos de la provincia Santo Domingo hayan tardado más de lo recomendable en limpiar de letreros, afiches, cruzacalles y demás propaganda política sus espacios públicos. Las calles de la Capital empezaron a ser liberadas de propaganda desde el mismo 17 de mayo a pesar de que el Distrito Nacional fue mucho menos agredido por los políticos gracias a que Salcedo se empantalonó obligándolos a ceñirse a ciertas regulaciones, pero en la provincia Santo Domingo la contaminación visual alcanzó niveles críticos y así se mantiene todavía. A estas alturas la población está más que saturada de política, sobre todo después de una campaña tan larga y rendida, por lo que agradecería a sus autoridades liberarla de ese mal recuerdo. ¡Manos a la obra!

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