QUE SE DICE
Servidores municipales

QUE SE DICE<BR>Servidores municipales

Parece que será necesario que la Liga Municipal Dominicana, que dirige un hombre con una probada capacidad para la concertación – el buen arreglo- como Amable Aristy Castro, tendrá que meter su mano componedora en el conflicto que mantiene paralizadas las actividades de la Sala Capitular del ayuntamiento Santo Domingo Oeste desde hace casi tres meses -86 días para ser más exactos-, debido a un conflicto entre regidores peledeístas, perredeístas y reformistas que solo ellos entienden, y que empezó el pasado 16 de agosto cuando un grupo de hombres armados impidió, a punta de pistola, que se eligiese el bufete directivo. Eso significa, simple y sencillamente, que nadie está supervisando la ejecución presupuestaria de ese cabildo, así como otras operaciones de carácter administrativo, y que el síndico Francisco Peña está «de su cuenta», haciendo lo que le da su sindical gana. Por supuesto: los señores regidores han seguido cobrando puntualmente sus salarios (alrededor de 50 mil pesos), a pesar de la huelga forzosa provocada por la intolerancia, la incapacidad para el diálogo y la irresponsabilidad de esos distinguidos servidores municipales.

Como Pilatos

Nadie discute, porque sería negar lo evidente, lo que está delante de los propios ojos, que la falta de libros de texto, de mobiliario, la insuficiencia de aulas así como el miserable salario que se paga a los maestros, entre otras precariedades, conspiran contra el cabal cumplimiento de la jornada escolar -un estudio reciente de INTEC revela que solo se trabaja, en promedio, dos horas al día en las escuelas públicas- pero el profesor Eduardo Cuello, presidente de la Asociación Dominicana de Profesores, no es justo cuando descarga toda la culpa en las autoridades educativas, las de antes y las de ahora, olvidando la cuota de responsabilidad que le toca al gremio, que no es poca, por ese pobre desempeño. ¿Y todo el tiempo que se pierde con las huelgas que los maestros convocan por cualquier quítame esta paja, o las horas dilapidadas miserablemente en asambleas y otras actividades gremiales? Al lavarse las manos como Pilatos, negándose a reconocer que son también parte del problema, los maestros ofrecen un triste ejemplo de lo poco que están dispuestos a contribuir para que este país tenga, algún día, la educación de calidad que necesita para salir del atraso y la pobreza.

Un problema muy grande

Los grandes problemas, como se ha repetido tantas veces, requieren de grandes soluciones. Eso lo saben de sobra los santiagueros, que tienen un enorme problema por resolver: el vertedero a cielo abierto de Rafey, una verdadera amenaza al medio ambiente y a la salud de la población. El doctor Juan Guillot Caba, presidente de la Regional Norte del Colegio Médico Dominicano, hace un dramático llamado a las «autoridades competentes» para que resuelvan un problema que la sindicatura ya se declaró incapaz de enfrentar, o de lo contrario muchas personas, particularmente niños, morirán al agravarse las afecciones respiratorias y pulmonares que padecen. Esa «autoridad competente» a la que se refiere el doctor Guillot no puede ser otra que el Gobierno central, único en capacidad de poner fin al dolor de cabeza de los santiagueros. Sería un gesto que la Ciudad de los 30 Caballeros y su gente agradecerían eternamente, agradecimiento que tendrían la oportunidad de demostrar -recuerden que amor con amor se paga- en las elecciones congresionales y municipales del 2006.

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