Qué se dice
Soñar no cuesta nada

<STRONG>Qué se dice<BR></STRONG>Soñar no cuesta nada

Pese a la  exhortación que hiciera el doctor Octavio Líster, director del DEPRECO, para que se les dé una segunda oportunidad, que se les perdone la humana debilidad de haber caído en la tentación, los miembros de la Cámara de Cuentas continúan en picada en la estimación de sus conciudadanos, pues la opinión pública se muestra todavía demasiado resentida con su decisión de aumentarse a sí mismos  los sueldos de manera insultante y desproporcionada,  probablemente porque la ciudadanía ya está harta de que los funcionarios públicos vayan a los cargos a servirse con la cuchara más grande que encuentren.

 En un documento entregado a la presidencia del Senado por representantes del movimiento cívico Participación Ciudadana, que suscriben más de 30 organizaciones, se le solicita formalmente a la Cámara Alta su destitución dada su falta de credibilidad, requisito imprescindible para que se les respete y tomen en serio sus actuaciones.  Pero dado el inmediato espaldarazo que recibió la generosa propuesta de Líster de varios funcionarios palaciegos no parece haber muchas posibilidades de que esa petición prospere, pero no hay que olvidar que todavía no cuesta absolutamente nada soñar.

¿Falta de tiempo?

Aunque el presidente de la Junta Central Electoral ha negado, con su característica diplomacia y don de gente, que el presidente Leonel Fernández se haya rehusado a reunirse con los miembros del tribunal de comicios, lo cierto es que resulta difícil aceptar que el mandatario, como señala el doctor Julio César Castaños Guzmán, haya estado tan ocupado los últimos siete meses como para no tener tiempo para realizar ese encuentro, sobre todo si se toma en cuenta que sí lo tuvo para salir a caravanear en persecución de la candidatura  presidencial de su partido, que finalmente conquistó.

 Los apuros económicos por los que atraviesa la JCE, que amenazan con llevarse de encuentro una de las más recientes conquistas de la democracia dominicana como lo es el voto en el exterior, hace más urgente ese encuentro, pues sus miembros confían en que la mano generosa del Presidente produzca nueva vez el milagro de hacer aparecer los recursos que hacen falta para cumplir con los importantes compromisos que tiene por delante.

Como Pilatos

El ingeniero Félix Bautista, director de la Oficina Supervisora de Obras del Estado, dice que esa dependencia nada ha tenido que ver con el derribo de los frondosos árboles que durante décadas ofrecieron su generosa sombra en el Parque Central, que ha desencadenado las protestas de organizaciones comunitarias, sindicales y juntas de vecinos de Puerto Plata, pues solo se ha ceñido a las recomendaciones contenidas en el Plan Estratégico de Desarrollo presentado al gobierno por los propios puertoplateños, que también incluye la reconstrucción y hermoseamiento de  la catedral y el centro histórico de la llamada Novia del Atlántico. Lo que el ingeniero Bautista ha querido dejar dicho, simple y sencillamente, es que los responsables del “arboricidio” hay que buscarlos en Puerto Plata, con lo que se lava las manos como el célebre Pilatos.

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