QUÉ SE DICE
Tiempo al tiempo

<STRONG>QUÉ SE DICE<BR></STRONG>Tiempo al tiempo

CLAUDIO ACOSTA
c.acosta@hoy.com.do 
Recién ahora es cuando nos enteramos, gracias a que el doctor Rafael Luciano Pichardo, vicepresidente   de la Suprema Corte de Justicia, ha tenido la gentileza de hacer la aclaración, de que el PRD y sus abogados deben dirigir su solicitud de inhibición en el conocimiento del recurso de inconstitucionalidad contra el contrato de US$130 millones suscrito entre el Estado dominicano y la empresa Sun Land directamente a la persona del magistrado, por lo que de no procederse de esa manera no habrá forma de que  sea  conocido por el pleno del alto tribunal y mucho menos que este produzca el fallo que tanta gente está esperando.

El mismo día que aparece publicada la aclaración del doctor Luciano también nos enteramos de que el ingeniero Félix Bautista, principal implicado (¿cómo llamarlo de otra manera?) en el expediente de la Sun Land, ha solicitado a la Suprema una prórroga de quince días mas para poder presentar sus argumentos de defensa. Como no hay forma de probar que una cosa tiene que ver con la otra y dado que resulta impensable que ambos -Luciano y Bautista- se hayan puesto de acuerdo para  ganar tiempo en el conocimiento de un expediente que hace rato se convirtió en una peligrosa arma política,  hay que limitarse a llamar la atención, para los que llevan anotaciones,  de esa curiosa coincidencia.

Con la misma moneda.

 La perdida batalla de las nominillas CB  no amilana a los peledeístas, que han decidido responder con la misma moneda al PRD y su candidato, el ingeniero Miguel Vargas Maldonado. El doctor César Pina Toribio, delegado del PLD ante la Junta Central Electoral, acaba de depositar  una instancia en la que solicita al tribunal de elecciones la suspensión de la tarjeta Solidaridad futurista que promueve el candidato perredeísta. ¿La razón? Que la utilización de ese mecanismo de captación de votos  “constituye un acto descarado de clientelismo político de la más baja ralea”.

 Podría decirse que se trata del mismo argumento, palabras más palabras menos, conque el PRD impugnó ante la JCE la utilización con propósitos clientelistas de la tarjeta Solidaridad del gobierno al igual que otros programas sociales, seguramente  porque se trata, independientemente de la coloración política de su patrocinador,  de la misma cosa.

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