De manera sorpresiva han vuelto a aflorar las contradicciones en el seno de la JCE, esta vez a causa de un proyecto de ley llevado al Congreso Nacional por la Cámara Administrativa en el que se sugiere una serie de modificaciones a la  Ley de Partidos. El doctor Julio César Castaños Guzmán, presidente del tribunal de comicios, ha aclarado que el pleno del organismo es el único facultado para tomar esa clase de iniciativas, aclaración que ha debido tener, como primer destinatario, al doctor Roberto Rosario.

El recordatorio del doctor Castaños parecería presagiar nuevas turbulencias en la JCE, donde el espacio ha resultado pequeño para los inflados egos de algunos de sus jueces, pero el presidente de la Cámara Administrativa mantiene hasta ahora un prudente silencio. Ojalá eso signifique que el malentendido, para llamarlo de alguna manera, se dilucidará de las puertas hacia adentro, no en los medios de comunicación donde las cosas siempre se salen de control, y al amparo de los discretos cauces institucionales. Si eso es así, estamos avanzando.

 De aniversario.- Foro Social Alternativo acaba de celebrar, con una protesta simbólica frente a la Suprema Corte de Justicia, el primer aniversario de haber depositado ante ese tribunal un recurso de inconstitucionalidad contra el contrato de US$150 millones negociado por el gobierno a través de la empresa Sun Land. Los manifestantes, encabezados por Fidel Santana, del Frente Amplio de Lucha Popular (Falpo), corearon consignas criticando  al tribunal por no haber fallado el recurso, pero también llevaron  bizcochos, velitas incluidas, para “celebrar” tan infeliz ocasión, aunque dijeron estar conscientes de que los únicos que tienen motivos para celebrar son el ingeniero Félix Bautista, director de la Oficina Supervisora de Obras del Estado, quien diligenció el cuestionado préstamo, y el presidente Leonel Fernández, quien lo autorizó. Por supuesto, y como siempre ocurre en esa clase de protestas,  los “piqueteados” no pronunciaron una sola palabra y probablemente no lo hagan nunca. Lástima que Fidel Mejía no repartiera ahí mismo las invitaciones del próximo aniversario.