Qué se dice
Un país patas arriba

<STRONG>Qué se dice<BR></STRONG>Un país patas arriba

Dos ejemplos ha citado el doctor Guillermo Moreno, promotor del movimiento Nueva Mayoría, para ilustrar su afirmación de que el país anda patas arriba, necesitado de sus mejores hombres y mujeres para enderezar todo lo que está torcido.

 Uno de esos ejemplos ha sido la decisión del Colegio Dominicano de Ingenieros, Arquitectos y Agrimensores (CODIA) de someter a un tribunal  disciplinario al geólogo Osiris de León por sus constantes críticas a la construcción del Metro de Santo Domingo, y el otro la Cámara de Cuentas, institución responsable de velar por el buen manejo de los recursos públicos, cuyos miembros se aumentaron a sí mismos, de manera unilateral y desproporcionada,  sus de por sí jugosos salarios. Muchos ejemplos más debe haber que sirvan al doctor Moreno para  poner en evidencia lo mal que andamos en tantas cosas, precisamente la razón por la cual  cree llegado el momento de hacer despertar a esa gran masa de ciudadanos y ciudadanas desengañados de la política y los políticos, y convencerlos de que constituyen una mayoría en capacidad de hacer cambiar las cosas. Hasta dónde llegará en su esfuerzo el ex fiscal del Distrito Nacional es algo que todavía está por verse y medirse, pero mientras tanto  ha conseguido lo más importante: dar el primer paso.

 Excedente fiscal
Sean o no producto de su voracidad fiscal, lo cierto es que los 11,500 millones de pesos de excedente fiscal  anunciados por el gobierno no sólo han generado críticas en torno al origen de esos recursos sino que ha despertado también el interés de varios senadores de la república, algunos de ellos representantes de las provincias más empobrecidas del país, que han dicho con toda claridad que el presupuesto complementario que someterá a su consideración el Poder Ejecutivo será modificado para incluir la construcción de obras que entienden urgentes y prioritarias en sus provincias. ¿Cómo ver pasar por sus manos todos esos recursos y no sacar algo para aliviar las penurias que imponen la pobreza y el atraso en sus comunidades? La decisión de esos senadores, que ojalá reciban el respaldo de sus compañeros de hemiciclo, no sólo es legítima sino que ayudará también al gobierno a enfocar mejor sus prioridades.

 En campaña
Cuando un funcionario como el secretario de Salud Pública utiliza un acto oficial, por ejemplo la inauguración, el pasado domingo, del hospital de Los Alcarrizos, para hacer pronunciamientos de carácter politiquero está abusando de su investidura y por tanto  también de los recursos públicos, al igual que lo hicieron quienes montaron la fanfarria reeleccionista que se hizo presente en ese acto. ¿Quién impedirá  que en todos y cada uno de los actos oficiales que se propone encabezar, de aquí al mes de abril del próximo año, el presidente Fernández como parte de un amplio programa de inauguraciones de obras, se vean animados por la misma fanfarria, esté o no abierta de manera formal la campaña electoral? ¡Absolutamente nadie!  Por eso se insiste tanto, cada vez que se habla de reglamentar tanto los recursos que reciben los partidos políticos para financiar sus actividades como el tiempo que dedican a hacer proselitismo, en que la Junta Central Electoral envíe  una señal inequívoca de que está en capacidad de imponer esas reglas a todos por igual, aún se trate de un Presidente de la República que aspira reelegirse en el cargo.

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