Los empleados y profesores de la UASD son, como el famoso Chacumbele, los únicos responsables de su actual desgracia. Fue su tozudez y, más que nada, sus ganas de fastidiarle la existencia al rector Roberto Reyna lo que los llevó a rechazar el contrato con la Administradora de Riesgos de Salud Humano (Ars-Humano), pero también a crear su propio seguro sin tener en cuenta la ley de seguridad social, para finalmente quedarse sin pito ni flauta, es decir sin el buen seguro contratado por el rector pero tampoco con el que se inventaron.

Ahora pretenden obligar al Consejo Nacional de la Seguridad Social, que celebra hoy una sesión definida de crucial para la arrancada definitiva del Seguro Familiar de Salud, a que se les permita operar como SEMA-UASD hasta que puedan crear su propia aseguradora o, en su defecto, afiliarse a la ARS del Colegio Médico. Si no se les complace, dicen, iniciarán una de sus famosas “jornadas de lucha”, que incluye una paralización de la docencia por tiempo indefinido, con todas las consecuencias que eso traerá para el cumplimiento de sus programas académicos. ¿Debe pagar la UASD un precio tan alto a causa de la cerrazón y estupidez de quienes dirigen sus gremios?

El hombre invisible

A las frustraciones que dice sentir ante los pobres resultados de la política anticorrupción del gobierno, el doctor Octavio Lister -director del Departamento de Prevención de la Corrupción- añade ahora su queja pública ante la imposibilidad de dar con el paradero, a pesar de encontrarse en el país, del principal responsable del fraude cometido en perjuicio del Fondo de Pensiones y Jubilaciones de la Secretaría de Finanzas, a quien “alguien” ha puesto fuera del alcance de las autoridades. Al hombre invisible, como ha sido bautizado por los periodistas que cubren la fuente judicial, parece habérselo tragado la tierra, sin que los organismos de seguridad del Estado, de ordinario muy eficientes, puedan encontrarlo. ¿Quién protege, y por qué, al señor Angel Castro Castro, Encargado de Nómina Electrónica del citado departamento? El doctor Líster nunca dijo, ni se hubiera atrevido a decirlo aunque lo supiera, quién podría estar ocultando al prófugo, pero solo hay que tener un poco de sentido común y saber sumar dos mas dos para sospechar al menos quién proporciona la buena sombra que lo cobija.

¿Pena de muerte?

La Policía Nacional anunció ayer que investiga las circunstancias en que fueron muertos tres hombres, entre los 20 y 23 años, cuyos cadáveres fueron dejados en un camión abandonado en la carretera que conduce al vertedero de Duquesa, el mismo que se robaron apenas unos días antes, con evidentes señales de haber sido ejecutados, pero tal parece que esa investigación tendrá que empezar por su propia gente. Las madres de Juan Carlos Jiménez, Adelso de Jesús y Rafael Medina Marte acusan a miembros de la institución del orden asignados al destacamento de Guaricanos de haber asesinado a sus hijos luego de apresarlos, y hasta aseguran tener testigos que vieron el camión en el que aparecieron muertos estacionado el lunes en la noche frente al citado destacamento. Informaciones en poder de este diario indican que los jóvenes muertos no eran, precisamente, una angelitos caídos del cielo, pero de ninguna manera quiere eso decir que merecieran la pena de muerte.