QUE SE DICE
Vandalismo

QUE SE DICE<BR>Vandalismo

Aterra el desparpajo conque se siguen produciendo actos vandálicos en perjuicio de la propiedad pública, a propósito del saqueo del que fue objeto la avenida Antonio Guzmán Fernández, donde desconocidos sustrajeron varios kilómetros de cables eléctricos, la mayoría de los transformadores que alimentan de energía los postes del tendido y parte de la baranda de metal que protege la vía de comunicación que conduce hacia el aeropuerto de El Higuero. Ese impune saqueo ha sido posible gracias a la infeliz ocurrencia de la secretaría de Obras Públicas de retirar la vigilancia que existía en la zona, lo que ha estimulado, incluso, que propietarios de fincas aledañas se permitan el lujo de romper la vía para construir desvíos hacia sus propiedades. Todos esos desmanes se traducirán, necesariamente, en pérdidas millonarias para el Estado dominicano, pérdidas que habrá que sumar a los más de mil millones de pesos que se han invertido -tanto en el pasado gobierno del PLD como en el que encabezó Hipólito Mejía- en la construcción de un aeropuerto en el que no se ha posado todavía el primer avión y que puede considerarse, para orgullo de sus manirrotos constructores, el más costoso de la historia de la aeronautica civil dominicana.

¿Buena fe?

Aunque será la Justicia quien diga la última palabra, hay algunas cosas que llaman la atención en el informe elaborado por la comisión especial que investigó el uso irregular de vehículos recuperados por la Policía Nacional, como la llamada «buena fe» que los investigadores le presumen a un grupo de oficiales que también utilizaban esos vehículos pero que, según se alega, no estaban necesariamente al tanto de su status legal. Y llama la atención porque el mismo informe señala también que la práctica de cargar vehículos recuperados a los distintos departamentos de la institución es de vieja data, algo que -por cierto- sabía todo el mundo en este país. ¿Debemos aceptar que esos oficiales, conocedores de la  «tradición» policial de darle uso a esos vehículos, ignoraban la procedencia de los que se les asignaron con tanta generosidad? Crea usted, si es su deseo, en la «buena fe» de esos oficiales, tal y como hicieron los cándidos comisionados que realizaron la investigación; aquí seguimos creyendo que estamos muy viejos para chuparnos el dedo.

Conflicto a la vista

Como suele ocurrir -según el imaginario popular- a los maridos cornudos, los últimos en darse cuenta del vistoso adorno que llevan sobre la frente, tal parece que la Liga Municipal Dominicana será la última en darse por enterada del peligroso conflicto que se incuba, desde que el gobierno decidió recuperar a mano armada -sin llenar ninguna formalidad o presentar documento alguno que ampare sus acciones- los equipos transferidos, mediante un decreto del presidente Mejía, a los ayuntamientos del país. El síndico de La Vega Fabio Ruiz se quejaba ayer, junto a más de 30 «colegas», del atropello del que dicen ser víctimas a todo lo largo y ancho de la geografía nacional, y advirtió que si se continúa con eso paralizarán las obras que realizan. Esa decisión, no haría falta ni decirlo, solo perjudicará a esas comunidades, a su gente, que independientemente de sus preferencias políticas a la hora de depositar su voto tiene derecho a ser bien servida por sus autoridades municipales, incluídas -por supuesto- aquellas que cumplen responsabilidades en la institución supervisora de los ayuntamientos.

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