El caso de un comerciante residente en Tamboril, Santiago, al que han asaltado en siete ocasiones en los últimos meses sin que, hasta donde se sepa, las autoridades policiales hayan podido dar con los responsables, ilustra sobradamente el drama que se vive en el Cibao, donde la delincuencia ha sentado sus reales, pero también sirve para mostrar hasta dónde es capaz de llegar la gente cuando se siente desamparada, sin el auxilio de la autoridad llamada a protegerle. Ante lo que definió como «negligencia de las autoridades» para dar con el paradero de los asaltantes, la esposa del comerciante se dirigió, pistola en mano, a la residencia donde supuestamente se encontraba escondido uno de ellos y sin mayores averiguaciones la emprendió a tiros contra la casa, a tal punto que solo un milagro impidió que hoy se estuviese llorando a las víctimas. La próxima vez que alguien decida tomar la justicia en sus manos las cosas talvez no salgan tan bien, pues ni siquiera Dios puede estar pendiente de todos los detalles.

Mercado Modelo

El ayuntamiento del Distrito Nacional ha iniciado los trabajos de rescate del Mercado Modelo, en la avenida Duarte, para lo cual realiza un amplio operativo de recogida de los desechos sólidos, tarea en la que intervienen más de cien hombres y una decena de camiones compactadores. Eso quiere decir que muy pronto esa plaza y sus alrededores tendrán un aspecto muy distinto al que ofrecen hoy, pues el cabildo no se limitará a la recogida de la basura sino que contempla también construir varios pozos filtrantes, con lo que asegura el adecuado depósito de las aguas residuales, así como la instalación del alumbrado eléctrico del área. Consciente de la necesidad de preservar lo que allí se haga, el síndico Roberto Salcedo diligencia la instalación de un destacamento policial, pero esa protección no será todo lo efectiva que se quisiera si no se integran a ella los vecinos del lugar, principales beneficiarios del rescate de la zona, que deberían ser capaces de defender algo por lo que han luchado durante tantos años.

Durmiendo con el enemigo

A pesar de que la sabiduría convencional propala que la mejor defensa es el ataque, ocurre que no siempre atacar es la mejor manera de defenderse. ¿Dónde puede estar la sutil diferencia? En el momento elegido, las condiciones de la batalla y, por encima de todo, la envergadura del enemigo. Quienes aconsejaron al ex presidente Hipólito Mejía que la mejor forma de ponerse a resguardo de lo que le viene encima es embistiendo todo lo que se mueve a su alrededor debieron advertirle, sin embargo, que ese ataque no puede ser ni indiscriminado ni a lo loco, pues primero hay que identificar adecuadamente al adversario, conocer a fondo su naturaleza, para proceder luego a diseñar la estrategia más adecuada para vencerle. El único inconveniente es que, en estos momentos, el ex presidente es el peor enemigo de sí mismo. ¿Quién se atreve a decírselo?