En la actualidad existe una clara conciencia entre las sociedades avanzadas sobre la gran trascendencia del deporte y sus múltiples beneficios en materia de salud y desarrollo humano en sentido general.

Sin embargo, ideólogos, autores y filósofos del deporte no han podido coincidir para definir lo que se entiende por deporte, pues debido al carácter cambiante sobre algo tan diverso se ha hecho muy difícil la unificación de criterios al respecto.

La complejidad de actividades físicas con fines de entretenimiento, competición, recreo y formación, ha propiciado el surgimiento de distintas maneras de entender lo que es deporte.

Para el connotado sociólogo español Manuel García Ferrando, continua teniendo vigencia la afirmación de José María Cagigal, en la década de los 80 del pasado siglo, de que todavía nadie ha podido definir con general aceptación en qué consiste el deporte, como realidad antropo-cultural ni como realidad social.

Pero más sorprendente es su parecer de que va a ser cada vez más difícil definir lo que es deporte porque éste se transmuta incesantemente y amplía sus significados en cuanto actitud y actividad humana.

Está claro que el deporte a través del tiempo no ha hecho otra cosa que adaptarse a la propia complejidad evolutiva de las sociedades de cada época. De ahí la dificultad para definir ese gran fenómeno ontológico que se transforma en una vitalísima forma de expresión y un medio de reproducción de prácticas materiales y espirituales de la cultura.

Una de las características básicas de las distintas definiciones es que todas se sustentan en la propia diversidad del comportamiento deportivo que abarca desde los juegos infantiles y juveniles hasta las competiciones profesionales y de la elite de nivel olímpico.

Diversos autores se han dedicado a estudiar el significado del deporte y han puesto énfasis en definirlo de un modo más objetivo y acabado conforme a su compleja naturaleza.

El analista Santiago Coca ofrece un buen ejemplo de las distintas formas para definir el deporte al reunir más de cuarenta (40) acepciones en su obra “El Hombre Deportivo”.

En procura de contribuir a resolver esta problemática, el Consejo Europeo del Deporte, una entidad que agrupa a más de cuarenta organismos gubernamentales en su Carta del Deporte en el 1994 lo definió como “todo tipo de actividades físicas que mediante una participación organizada o de otro tipo, tengan por finalidad la expresión o la mejora de la condición física o psíquica, el desarrollo de las relaciones sociales o el logro de resultados en competiciones de todos los niveles”.

Se puede afirmar que convencionalmente ha sido la definición más certera y completa que se haya podido aproximar a lo ideal, pues engloba prácticamente a toda la multiplicidad de actividades físicas de recreo y competición que componen el complejo sistema deportivo contemporáneo.