¡Que se haga por fin la paridad electoral!

¡Que se haga por fin la paridad electoral!

Millizen Uribe

¡Que se haga por fin la paridad electoral! Dentro de un mes, nuestra amada República Dominicana cumplirá 178 años de fundada, y este aniversario, como otros, encontrará al país con deudas sociales pendientes.

Esto incluye algunas que fueron plasmadas en documentos fundacionales como el Manifiesto del 16 de Enero o el borrador de la primera Constitución en la que el sector liberal, progresista y realmente nacionalista, que representaban Los Trinitarios, aunque no recogían la perspectiva de género, porque el movimiento feminista mundial aún no había surgido, sí introducía una visión de igualdad entre los seres humanos.

Años después, el Estado dominicano, ya más maduro y consolidado, comienza a preocuparse y ocuparse por la paridad de género. Un movimiento feminista con voces como Abigaíl Mejía y Evangelina Rodríguez fue clave, hasta luego reformas congresuales gracias al aporte de mujeres como Magaly Pineda, Sergia Galván, Milagros Ortiz Bosch, Magaly Caram, Gladys Gutiérrez, Ivelisse Prats, Miriam Germán, Lourdes Contreras, Virtudes de la Rosa, Magda Rodríguez, Isabel Tejada y Eulogia Familia, quienes en momentos y escenarios diferentes pujaron para que la legislación dominicana y la sociedad contemplaran y sancionaran la violencia de género.

Esto acotando que antes, en todos los momentos de lucha y resistencia de esta media isla, las mujeres han estado presentes: Anacaona, Salomé Ureña, las febreristas, las sufragistas, las constitucionalistas y las del Movimiento Renovador de la UASD.

Hoy, como se imaginarán, los retos son otros. En teoría, el Estado contempla tanto en la Constitución de 2010 y su modificación del 2015, como en la END y ODS que el país firmó, artículos y postulados sobre la participación política igualitaria y equitativa entre hombres y mujeres.

Lo mismo pasó con las leyes 33-18 sobre Partidos, Agrupaciones y Movimientos Políticos y la 15-19 del Régimen Electoral. Sin embargo, en las elecciones de 2020 quedó demostrado que la voluntad política de algunas cúpulas partidarias, tanto de partidos grandes como pequeños, conservadores o progresistas, no está a tono con esta importante garantía y nunca olvidaré que algunos se atrevieron a pedirle a la JCE de entonces que le permita no cumplir con los porcentajes de presencia femenina que exigían las nuevas leyes. Como dice el dicho, con estas actitudes y liderazgo, ¿Cómo le ganamos a Cuba?

Sin embargo, tal vez por mi juventud, no secundo ese pesimismo del que escribió Peña Batlle y en las coyunturas siempre veo oportunidades de avances y mejoras. En la actual, por ejemplo, he revisado la propuesta que el nuevo Pleno de la JCE ha hecho para modificar las leyes electorales y debo decir que en la parte de género me parece que lo que está planteando es excelente y alcanzable.

Por ejemplo, en el artículo 136 de la ley vigente se habla de que las nominaciones y candidaturas a diputaciones, regidurías y vocales deben ser no menos de un 40% ni más de un 60% de hombres y mujeres en la propuesta nacional. Pero este Pleno de la JCE va más lejos y en su propuesta contempla la real paridad de género y dice que las listas postuladas por las organizaciones políticas deben estar compuestas por 50% de mujeres y 50% de hombres.

A esto se agrega un activismo intenso por la paridad y perspectiva género con paneles y eventos sobre este tema. En uno último que estuve, el presidente de la JCE, Román Jáquez, dijo una frase que retumbó en todo el salón: “sin mujeres, no hay democracia”.

Creo que el hecho de que el órgano electoral tenga estas visiones y preocupaciones es una garantía para tantos hombres y mujeres que saben que sin la política y la participación electoral será imposible cumplir la meta de tener un país justo, equitativo y democrático.

Millizen Uribe

Millizen Uribe

Periodista. Editora del Periódico HOY Digital