Que se investigue

Que se investigue

Hay que saludar, por oportuna y pertinente, la decisión de la Dirección General de Contrataciones Públicas de investigar “de oficio” las denuncias en torno al aumento desproporcionado del presupuesto para la reconstrucción del hospital Darío Contreras, entre otras irregularidades, pues va camino a convertirse en el primer escándalo que involucra el mal uso de los recursos públicos de esta administración, sobre todo después de que el director de la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado (OISOE), el ingeniero Miguel Pimentel Kareth, escogió el peor argumento, el mas desacreditado, para responder a esas denuncias; atribuirlas a intereses políticos. Mas o menos lo que siempre han hecho, desde que se tenga memoria del cinismo de nuestra clase política, los funcionarios públicos acusados de corrupción, acusaciones que en la mayoría de los casos han estado sustentadas en auditorías de la Cámara de Cuentas; declararse víctimas de una persecución política. Tampoco debe olvidarse que fue en esa misma oficina donde empezó a ganar notoriedad, a causa –precisamente– de la enorme diferencia entre el presupuesto inicial y el costo final de las obras que construyó, el ingeniero Félix Bautista, uno de los dirigentes peledeístas más acaudalados, pero también símbolo viviente de la corrupción rampante que se le atribuye a las administraciones del PLD. Por eso debe andarse con prisas el gobierno investigando todo lo que haya que investigar en torno a la reconstrucción, remodelación, readecuación o como le quieran llamar a lo que se hizo en el Darío Contreras, si es que quiere seguir marcando distancia de las administraciones del doctor Leonel Fernández, que bien pueden considerarse las mas corruptas de nuestra historia republicana.

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