Que no sea un alivio a medias

Que no sea un alivio a medias

La eliminación de la cuota de recuperación en los hospitales públicos fue una bendición para la gente que tiene esos centros como única opción de asistencia en salud. Pero la misma medida que beneficia a los pobres, de vez en cuando afecta la parte operativa de los hospitales, cuando por alguna razón el Ministerio de Salud Pública se atrasa en la entrega de las asignaciones consignadas en el presupuesto para esos centros. Antes, la cuota de recuperación les permitía cubrir algunos de sus compromisos.

Desde la eliminación del cobro de la cuota, Salud Pública se comprometió a atender a tiempo las necesidades de los hospitales. En ocasiones que ha habido atraso en la entrega de fondos, se ha atribuido la culpa a atrasos burocráticos de los hospitales, cosa que los directores, en su momento, han negado. Lo cierto es que, por una causa u otra, se han presentado inconvenientes operativos en centros asistenciales.

El Ministerio de Salud Pública y los directores de hospitales tienen que afinar los procedimientos para que nada cause atrasos en la entrega de las asignaciones financieras. El beneficio de haber eliminado la cuota es afectado por los atrasos que entorpecen la atención en salud. No creemos que haya causas justificables para que ocurran estas cosas, pues cada hospital tiene definidas sus partidas en el presupuesto.

CONTRASTES INDESEABLES

Los turistas extranjeros que visitan los polos turísticos del este del país quedan maravillados con obras tan formidables como la Autovía del Este y hasta llegan a compararlas con las de naciones mucho más desarrolladas que la nuestra. Y ni hablar de la impresión que les causan los servicios hoteleros. En materia de desarrollo de servicios hoteleros e infraestructura vial hemos logrado posicionarnos en lugares cimeros, en comparación con nuestros competidores del área.

Sin embargo, hay contrastes muy severos que apagan la euforia causada por algunas buenas impresiones. El turista que ingresa a la capital del país recibe un impacto visual desagradable, debido a la acumulación de basura y el tremendo desorden urbano. Es una impresión que los hace pasar de lo sublime a lo insufrible. Nuestro turismo necesita con urgencia atenuar estos contrastes tan severos y desagradables.

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