Que siga volando

Que siga volando

No he podido encontrar proporcionalidad entre el número de viajes presidenciales de Leonel Fernández y los beneficios tangibles para la nación.

Por eso me he atrevido a calificarlos como “turismo presidencial”.

Sin embargo, en los últimos periplos parece perfilarse una estrategia personal del presidente, para postularse a un cargo en un organismo internacional de importancia, tipo OEA, o proponerse como candidato a un premio de prestigio universal como el Nobel de la Paz,  a lo cual tiene derecho, como cualquier otro ciudadano del mundo, sobre todo por su elegante fariseísmo.

Cuando el presidente Fernández propuso legislar para utilizar los fondos de pensiones, supuse que en la pasada reunión con los empresarios fue que surgió la idea de poner nuevamente en ejecución el principio favorito de los ricos tradicionales, conocido como operación Hood Robin, o “robo a los pobres para entregarlo a los ricos” e imaginé a un obrero o empleado con tres o cuatro décadas en servicio, que le han puesto mil trabas para darle los pesitos de pensión a los cuales el sudor de su frente le ha dado derecho, tratando de explicarse si la “doble tributación, los mercados de valores e hipotecario, la discriminación en el tratamiento fiscal y el fideicomiso” son los méritos con los cuales los empresarios van a negociar con su dinero, sin darle una compensación o aumento en su pensión por los beneficios que obtendrán.

Si los pocos días que dura en suelo dominicano, el Presidente los utiliza para propuestas tan horrendas, debo coincidir con la mayoría de los dominicanos en que sus viajes resultarían ser un alivio y es mejor que siga volando.      

Publicaciones Relacionadas

Más leídas