ANTONIO PEÑA MIRABAL
Algunos prominentes dirigentes del Partido de la Liberación Dominicana, PLD, tomando partido en la lucha interna que actualmente se libra por la candidatura presidencial entre el presidente Leonel Fernández y el licenciado Danilo Medina, han expresado que el PLD sólo gana las elecciones del 2008 si el presidente Fernández es el candidato. La mayoría de esos dirigentes reúnen dos condiciones: son altos funcionarios del gobierno y son miembros del Comité Político del PLD.

Cuando la ciudadanía escucha a un alto funcionario gubernamental simpatizar con la reelección del presidente Fernández, en lo primero que piensa es en que ese funcionario busca también ser reelegido en el alto cargo que desempeña.

Que miembros del Comité Político, el organismo del PLD que tiene el día a día de la organización, el que traza las pautas en todos los sentidos, el que prácticamente dirige la organización, hayan tomado partido públicamente en esta contienda interna a favor del presidente Fernández, es un elemento crítico a tomar en cuenta en el momento que ese alto organismo se dedique a tomar decisiones que afecten la vida partidaria.

No era necesario que esos altos funcionarios gubernamentales y partidarios agotaran su capacidad de mediación frente a un acontecimiento, que por los ribetes que está tomando, puede afectar sensiblemente la fortaleza interna que hasta el momento ha exhibido el partido de Bosch.

Nadie quita que cada quien tenga su simpatía hacia cualquiera que aspire a la candidatura presidencial del PLD, ese es el derecho democrático que asiste a todos y debe ser respetado, pero en la medida que un integrante del Comité Político sale a los medios a promover una de las partes en conflicto, está limitando su capacidad de actuación a ese solo sector y está afectando la propia imagen del más alto organismo partidario.

Siempre el PLD había manejado estas situaciones hacia lo interno, pero parece ser que la condición de alto funcionario gubernamental está arrastrando al político y lo está llevando a cometer desaciertos como éstos.

Con esa posición tan cerrada, radical y absolutista de que «sólo se gana con Leonel», estos dirigentes pueden estar anunciando situaciones futuras adversas al partido morado.

Estarían adelantando que no colaborarían con una futura candidatura diferente a la de Leonel, lo cual es posible. Están adelantándose a acontecimientos que pueden descalificarlos para siempre de la vida política nacional. ¿A dónde meterían las caras estos dirigentes si el propio Leonel decide apoyar a Danilo en el 2008? ¿Qué camino tomarían estos dirigentes si es Danilo el que gana las primarias internas del PLD? El periódico HOY acaba de publicar en estos días su encuesta Gallup, y los resultados publicados son menos favorables a Leonel que a Danilo.

Esa medición científica establece con claridad meridiana que en la población en sentido general, quien viene cayendo en la popularidad y confianza es el presidente Fernández y quien viene subiendo es Danilo, situación que es corroborada por otras mediciones hechas por firmas prestigiosas para empresas y partidos políticos adversos al PLD.

Un presidente-candidato que esté a la espera de la implementación de una nueva reforma tributaria, que de una forma u otra se convertirá en más impuestos para la población, no puede esperar que esa curva descendente de popularidad se revierta.

Un presidente-candidato que está observando cómo se están perdiendo miles de empleos en las distintas zonas francas del país, pero muy especialmente en las ubicadas en Santiago, centro del Cibao, donde hay una alta concentración poblacional votante, está amenazado en sus intenciones continuistas. Un presidente-candidato que le tocará implementar el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Centroamérica, y que afectará la competitividad de los pequeños y medianos productores nacionales, y que verán en el gobierno y no en el contenido del Tratado, al responsable de sus desgracias, necesariamente enfrentará dificultades para vender esperanza a los votantes.

Un presidente-candidato que sabe que el presupuesto del gobierno del año venidero estará atado a las políticas restrictivas del Fondo Monetario Internacional, y que por ende la inversión pública en obras será muy limitada, le será difícil salir por el país a la conquista de votos.

Esos altos funcionarios del gobierno y el Comité Político deben saber que la magia termina cuando la población empieza a sentir, por diversas razones, que sus necesidades no son resueltas de la mejor forma.

Si el PLD tiene un 46% y Leonel un 35%, como lo establece la encuesta Gallup antes citada, el imprescindible es el PLD, y eso es lo que hay que preservar, que la población siga viendo al PLD como su única opción para seguir gobernando el país. Sólo se gana con el PLD.