¿Qué somos nosotros?

¿Qué somos nosotros?

POR MANUEL A. GARCIA SALETA
No puedo entender como dominicano que soy, lo que está pasando en nuestro querido y amado país, cuando vemos y leemos en la prensa dominicana a tantas personas extranjeras, opinando y trazando las pautas a seguir para solucionar la crítica situación por la que atraviesa actualmente esta nación. Todos los hacen solamente pensando en sus intereses y beneficios; a ninguno les preocupa ni le duele la situación que padecen los ocho millones de infelices que no tienen de que vivir.

Todos esos males vienen de un gobierno que se instaló en el año 2000, presidido por el Agrónomo Hipólito Mejía y un grupo del PRD, que luego asumió el apodo de PPH y que trajo por consecuencia la división de ese partido, que presidía el licenciado Hatuey De Camps. Tan pronto el Presidente Mejía asumió la dirección del gobierno y designó sus funcionarios más importantes, algunos de ellos bien conocido por la ciudadanía, por sus temerarias actuaciones en los gobiernos anteriores del PRD; eso produjo cierto resquemor en el ambiente dominicano, Hay un viejo refrán que dice: Arbol que crece torcido nunca sus ramas endereza.

Hubo muchas expectativas y esperanzas con el nuevo gobierno de Hipólito Mejía, pero al final de la jornada se convirtió en un caos económico nunca visto, afectando a todas las clases sociales, económicas y productivas del país de la cual no hemos podido recuperarnos; esta situación caótica, producto de la incapacidad de los funcionarios del actual gobierno, ha colocado en una difícil y delicada situación al País y al pueblo dominicano.

Lo que molesta y ofende a los que creemos todavía que este es una nación libre e independiente, es el hecho que se le esté permitiendo y tolerando a todos estos extranjeros que vienen a visitarnos y comienzan dando opiniones y soluciones al problema que nos afecta a todos nosotros; señalándole a las autoridades dominicanas como deben actuar para solucionar los problemas, los cuales deben ser decisión únicamente de nuestras autoridades y no de esos extranjeros. Habría que preguntarle a esos señores si ellos permitirían que a su país fueran dominicanos a indicarles como hacer y resolver los problemas de su nación.

Estoy seguro que no lo aceptarían.

Pero en la prensa de hoy hay unas declaraciones del señor Rolando Araya de la Internacional Socialista, que es lo último que un gobierno y una nación libre e independiente pueden tolerar de un extranjero. Si el Presidente electo, Leonel Fernández, no le da una contestación como se la merece este señor, debe renunciar a la Presidencia de la República Dominicana. Las insinuaciones y amenazas vedadas que está haciendo el señor Araya, merece una respuesta contundente y terminante, de parte del presidente electo, porque esa es una intromisión vulgar e insolente, en los asuntos interno de la República Dominicana.

Ese señor tiene los timbales de amenazar al gobierno entrante, en una forma grosera y abusiva cuando dice lo siguiente: «el gobierno de Leonel debe abstenerse de emprender persecuciones políticas y dedicarse a buscar la gobernabilidad para enfrentar la crisis; Leonel no tiene congreso, no tiene mayoría parlamentaria y si llega con una actitud sectarista, partidarista, me parece que se cortan los puentes que necesita construir para aprobar la reforma fiscal y otras que necesitan». Esa es la frescura más grande y atrevida de un extranjero dicha en territorio dominicano; Además, es una forma disimulada de proteger a los corruptos y pervertidos funcionarios que desfalcaron el erario público y trataron con desprecio y despotismo al pueblo dominicano, especialmente en estos dos últimos años del gobierno del PPH. Es un atrevimiento inaceptable del señor Rolanco Araya. Ese señor debe declararse no grato en este país.

Si el próximo gobierno, no da demostraciones palpable de que actuará responsablemente, con criterios propios y a favor del pueblo dominicano, corrigiendo entuerto y las bellaquerías maliciosas que han realizado en contra del pueblo esas autoridades, seremos, nuevamente víctimas de un mal gobierno.

Los votos depositados en las urnas por el pueblo dominicano a favor del doctor, Leonel Fernández, en forma masiva, fue para que actuara responsablemente sin dejarse manipular por una partida de personalidades, que solamente vienen a proponer soluciones que benefician a sus propios intereses.

Si el Presidente Fernández no actúa en forma responsable y pensando únicamente en su país, no podrá sacarnos del atolladero económico, que está dejando el gobierno del Presidente Mejía y el PPH.

Después del 16 de agosto del 2004 el Presidente Fernández tiene que imponer sus conceptos y sus normas, con las cuales el Presidente podrá darle solución a esta crítica situación que estamos padeciendo los dominicanos en estos momentos.

Presidente, no permita que lo traten como si este país fuera otro Haití.

La visita de Felipe González, Rolando Araya, el tesorero de USA, embajador de la Unión Europa y otros más, solamente vienen a dar soluciones interesadas, Los dos primeros mencionados más arriba, viene a proteger y ayudar a los miembros del PRD, porque son parte de su política internacional.

Desgraciadamente los tres gobiernos del PRD y PPH han terminado en forma dramática. El primero lo tumbaron, el segundo se suicidó, el tercero fue condenado a 20 años de prisión, y éste, cuando entregue no podemos predecir cual será su destino.

El Presidente Fernández tiene que saber escoger y dejar de esas ayudas ofrecidas, solamente aquellas que cooperen a solucionar el grave problema que tenemos y rechazar de pleno las otras.

No fracase señor Presidente. Sabemos que el que llega la presidencia de cualquier país se arriesga a morir por atentados o vía directa. El miedo no puede existir en un presidente.

La decisiones que usted tiene que tomar, afectará a muchas personas que son capases de todo. Pero si así muriese, en defensa de los intereses sagrado de su patria, iría a la gloria envuelto en la bandera dominicana como verdadero patriota. Defender con ahínco y amor la soberanía e independencia que nos entregaron Duarte, Sánchez y Mella, es un deber y una obligación de todos dominicanos. Confío en Dios que usted lo hará correctamente.

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