Alejandro Santos también vino, miró e informó. Como oficial del Fondo Monetario Internacional (FMI) juzgó sorprendentes los avances de la economía. El gasto público muestra una sana expansión que, a su vez, impulsa el gasto privado. La economía, dijo, creció a una tasa del 7.5%. ¡Ese producto bruto no es tan torpe como pensábamos al principio! Crece, crece y crece como unas sabrosas pastas criollas de fama nacional. Y, a diferencia de los espaguetis, no necesita ser hervido para llegar al 7.5%. De ahí mi sorpresa.

Lo más sorprendente es la colisión entre el informe de Alejandro y el del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). El informe de la oficina local del PNUD reconoce que la economía dominicana crece, puesto que genera empleos. El problema es que aún considerando una tasa de crecimiento poblacional de 1.5%, la generación de empleos llega escasamente a la mitad del número de personas que se suma al grupo de la población económicamente activa. Y lo que es peor, el PNUD sostiene que un poco menos de las tres cuartas partes de los empleos generados se establecen en sectores de la economía informal.

El oficial del Fondo minimiza el impacto de la inflación. Sobrepasó el nivel previsto por el Banco Central de la República, afirmó. Y la forma en que lo admite es tan graciosa que cualquiera piensa que la población no la ha sentido. ¡Qué hable con las amas de casa! Rossy es una que está al grito y desea invitarme a hacer una compra para que veamos por qué no alcanzan los ingresos. Cuando me lo dice, sin embargo, le pregunto si ha pensado cómo viven los que ganan salario mínimo o los que únicamente dependen de la gracia de Dios. Y de tal modo la obligo a mascullar sus protestas sin alarmarse en alta voz.

Tan sorprendente como todo lo anterior es lo dicho por la Confederación Dominicana de la Pequeña y Mediana Empresa, (CODOPYME). Por declaraciones de su presidente, Ing. Isaachardt Burgos, supimos que este tipo de actividades productivas y comerciales ha perdido alrededor de sesenta mil empleos en el último año. Por suerte para el producto interno bruto, esta versión del desenvolvimiento de la economía fue dado a conocer después que el crecimiento llegase al famoso 7.5%. ¡Porque ay de ese informe si la noticia se hubiera ofrecido unas semanas antes!

Porque entonces la sorprendente percepción de Alejandro hubiera sido más sorprendente y hasta el mismo crecimiento de la economía se habría sorprendido también. Y todos, la verdad sea dicha, estaríamos sorprendidos.