Cuando hablo con personas que se van a casar siempre me dicen lo mismo: El amor solucionará todo.

Ojalá esto fuera realmente cierto, pero las estadísticas demuestran que cuando la presión de la vida diaria hace sentir sus efectos, la educación religiosa, el nivel educacional, lo cultural, lo económico, lo racial adquiere una trascendencia inusitada.  Tal parece que el amor no basta.  La presión de los amigos, de la sociedad y de la familia van destruyendo el amor.  Y de eso se trata precisamente el matrimonio: vivir juntos día a día sin cesar y hacerlo de una manera gozosa o gustosa. Debemos saber que tanto el hombre como la mujer somos diferentes física, orgánica y emocionalmente y por consiguiente reaccionamos diferente frente a las mismas situaciones.  Veamos el hombre es monofacético (solo puede hacer una cosa a la vez) práctico, temerario, cobarde, se conquista con la vista y el olfato mientras que las mujeres por las emociones y el romance.

El amor en el matrimonio

Cuando la seguridad, la satisfacción y el desarrollo de la otra persona es tan importante para ti como el tuyo, existe el amor. Es el esfuerzo continuo de crear las condiciones bajo las cuales la persona amada se pueda convertir en la persona que Dios quiere que sea. El verdadero amor es incondicional, acepta a la persona como es; perdona, es paciente y comprensivo.  Es un acto de la voluntad, una decisión, no se basa en caprichos o emociones. Es dinámico, no estático, crece.  Es necesario el amor divino para darle poder al amor humano.Los matrimonios fracasan por.   Expectativas irreales. Inmadurez y poca preparación; diferencias en las personalidade; irritabilidad; el culpar al otro cada vez más; inhabilidad para comunicarse; desinterés.

Cómo conservar un matrimonio

Llenar las necesidades emocionales:  Ser lo primero para el otro;escuchar, tocar y sonreír. la pareja necesita ejercitarse diariamente en las “5 aes” (llamadas así, porque cada palabra comienza con la letra A y son:  Admiración, Amor, Aceptación, agradecimiento y Autoridad, que es lo mismo que respeto.  Las áreas de conflicto en el matrimonio son: finanzas (uso del dinero), diversiones (uso del tiempo libre), hijos, celos, amistades, asuntos religiosos, relaciones sexuales, parientes políticos de ambos lados, metas, responsabilidades del hogar, prioridades, trabajo y otros… pero todos estos conflictos tienen un denominador común que es la falta de comunicación.

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Recomendaciones

• Cultivar el sentido del humor.

• Aportar creatividad e iniciativa.

• Estimular e  inspirar a su pareja

• Expresar el amor verbalmente, decirse «te amo».  Darse obsequios para comunicar su amor;  mantenerse atractivos e interesantes, mantener una amorosa comunicación; disfrutar de una buena vida sexual.

Sin embargo, cada pareja es única y si se llegaran a presentar diferencias hay que tratarlas de forma individual a través  de un profesional del área.