¿Qué tan ética soy en mi relación de pareja?

¿Qué tan ética soy en mi relación de pareja?

POR FÁTIMA ÁLVAREZ
La Fundación Española de Estudios Sociales y Sanitarios (FEESS), en conjunción con el Patronato de Ayuda a Casos de Mujeres Maltratadas (PACAM), ofreció recientemente un curso de formación sobre violencia intrafamiliar enfocado en la dimensión ética de las relaciones de pareja.

La expositora, Emma Mejía de Láncara, psicóloga y terapeuta familiar, sistémica y contextual, abordó las definiciones de violencia intrafamiliar a partir del maltrato psicológico y verbal y las limitaciones y dificultades de las personas abusadas.

Los temas vinculados a la violencia intrafamiliar, desde cualquiera de sus dimensiones, resultan siempre atractivos debido al grueso entramado psicológico que implica la relación de pareja, lo que se ve potenciado cuando ésta procrea hijos que crecen en un entorno de violencia y abuso que, obviamente, augura un desarrollo de la personalidad desbalanceado.

Pregunta: ¿Cuáles son los parámetros éticos dentro de los que debe realizarse una pareja?

Respuesta: Cuando hablamos de parámetros éticos, nos referimos a una dimensión de lo que es justo e injusto en las relaciones interpersonales: los procesos de confianza, lealtad, solidaridad, compañía y compromiso.

La dimensión ética está basada en el dar y recibir. El compromiso significa que yo voy a luchar por esta relación y que tú puedes contar conmigo sin que las pequeñas irrupciones signifiquen que la relación termine. 

La lealtad, otro elemento ético de la relación, significa que tú eres la relación prioritaria en mi vida y que para que funcione tienes que ponerla por encima de tu relación familiar original.

P: ¿Qué ocurre con la dimensión ética y de justicia cuando se genera violencia dentro de la relación de pareja?

R: El problema de la justicia y de la ética cuando hay violencia es que estos principios se van borrando y empieza a haber un desbalance en el dar y recibir, convirtiéndose en el patrón preponderante de funcionamiento.

Una relación donde yo te exploto, donde pido que des más que yo, donde pido que te acomodes, en la que el proyecto de vida de nosotros es el que yo decida y en el que tú no tienes ni voz ni voto, donde definitivamente no tenemos la misma jerarquía sino que yo tengo más poder que tú dentro de la relación y hago uso de ese poder; eso sería el inicio de una relación maltratadora a nivel psicológico y cuando ese uso y abuso de poder escala, podemos llegar a una violencia psicológica más fuerte e incluso, a la violencia física. Ese diálogo, si no se produce, favorece el surgimiento de un terreno fértil para una relación abusiva y desigual.

P: ¿Cómo reconocer en mi pareja los niveles éticos saludables?

R: Me voy a dar cuenta si mi pareja no cuenta con niveles éticos cuando la relación es absolutamente contradictoria; cuando el lugar y la relación en la que deberíamos sentirnos a gusto, seguros, en un oasis y apreciados, es precisamente donde más heridos y victimizados nos sentimos. A esto se le llama convivencia hostil, que es un fenómeno que se tiende a perpetuar, y en el que los hijos, si los hay, son abusados hablándoles mal, o con una autoridad exagerada, descalificándolos o pegándoles o también haciéndolos testigos de violencia familiar.

Frente a esta situación, los hijos asumen una serie de roles para mediar en el conflicto familiar, que también los deteriora, tanto en el desarrollo de su personalidad como en la capacidad de establecer relaciones de justicia en el futuro.

Es importante reconocer que uno puede estar abusado en la relación y saber qué lo hace quedarse en esa relación, cuáles son los sentimientos y temores, los alcances y limitaciones que tiene para cambiar la relación.

La conducta de quien me abusa no depende de la mía; mi problema es que me convenzo de lo que me dice, por eso es que mientras más aislada estoy, menos posible es que yo pida ayuda, pues necesito una persona que vuelva a confirmar mi percepción de la realidad.

P: ¿Qué ocurre en las relaciones de pareja en la que se da la figura “Si me cela, es porque me ama…”?

R: Las racionalizaciones hay que verlas fuera del contexto romántico en que la gente las pone, porque cuando una persona te quiere, respeta tu autonomía y puede lograr un nivel de intimidad afectiva seguro y de confianza. Generalmente, cuando tienes que perseguir y controlar a otra persona dudas que la relación puede estar basada en la fidelidad, solidaridad y compromiso.

P.: ¿Cómo te conozco?

R.: Una cosa que caracteriza a una persona con una dimensión ética saludable es la capacidad que tiene de formar una relación de confianza, de ser humilde, de vulnerarse y darse a conocer con sus puntos débiles. Esas son las bases de una persona que confía en ti: no tiene temor de que conozcas sus debilidades porque sabe que no vas a usarlas en su contra, eso te habla de una persona que ha tenido experiencias de confianza.

Por otra parte, esa persona viene de una familia que haya encarado los problemas y de alguna manera los haya resuelto; que puede poner la relación de pareja en primer lugar sin cortar con sus padres y que no guarda rencores importantes a padres y hermanos. Generalmente cuando tienes rencores no resueltos con tus padres y hermanos, los desplazas hacia esas otras relaciones y le cobras a tu esposo y tus hijos los problemas no resueltos con tus propios padres.

Por otra parte, una persona que tenga autorregulación emocional no tiene explosiones de ira, y está en capacidad de ponerse en tu lugar. Si ves que la persona no es recíproca, no te escucha, tiene comentarios críticos y desvalorizadores hacia otras personas es, probablemente, una persona que no maneja la dimensión ética. Las personas que no asumen la responsabilidad de su conducta y que no se disculpan no están en contacto con su dimensión ética.

PERFIL

Emma Mejía de Láncara es licenciada en Psicología “Cum Laude” de la Universidad Católica Andrés Bello. Posee un máster en Terapia Familiar de la Hahmemann University, en Filadelfia. Alumna supervisada de Iván Boszormenyo-Nagy M.D. y Harry Aponte M.S.W.

Primer premio de Psiquiatría y Ciencias de la Conducta, Universidad de Texas Medical Branch Galveston por tesis de grado de maestría.

Profesora de Terapia Familiar de la Universidad Andrés Bello, profesora de Terapia Familiar: jefa de la cátedra de Orientación Psicológica UCAB. Conferencista en eventos y congresos nacionales e internacionales. Promotora, conferencista y facilitadora de talleres educativos para padres, docentes y profesionales en diversas instituciones. Asesora del programa de la Pastoral Familiar y profesora invitada de Terapia Contextual del Postgrado en Terapia Familiar de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), junto al Centro Cristiano de Asesoramiento Familiar (Cecaf).

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