¿Qué terapia es mejor para mi próstata grande?

¿Qué terapia es mejor para mi próstata grande?

La próstata es una glándula del sistema reproductor masculino que se encuentra debajo de la vejiga, rodeando la uretra.
Con la edad, la próstata comienza a crecer normalmente de manera benigna, estimulada también por la testosterona, llamándosele a esta condición hiperplasia prostática benigna (HPB). No está asociado con el cáncer de próstata ni aumenta su posibilidad.
En las evaluaciones anuales que debe hacerse todo hombre después de los 40 años se valora la calidad de vida a través de preguntas de cómo es su manera de orinar, si se levanta de noche, tiene pujo, incontinencia de orina, titubeo, sensación de no vaciado, urgencia, entre otros. Dichos síntomas son recopilados en un formulario llamado IPSS (por sus siglas en ingles). La hiperplasia prostática benigna produce no solo dificultad para orinar, también puede dañar otros órganos como la vejiga y los riñones produciendo insuficiencia renal que lleva a diálisis, además de infecciones urinarias, hematuria (sangrado), litiasis (piedras), y alterando la calidad de vida de quien lo padece.
La próstata suele tener 20 gramos y principalmente después de los 40 años comienza a crecer a diferente velocidad en cada hombre, pudiendo llegar en algunos casos a tener hasta 300 gramos, lo que es como comparar un limón con un coco.
Más que el tamaño, lo que determina el tratamiento son los síntomas que tenga la persona a la entrevista con el urólogo, que generalmente es lo que lo hace ir a la consulta.
Cuando evaluamos al paciente nos damos cuenta de que amerita tratamiento a través de las preguntas que hacemos, dependiendo de la severidad de los síntomas y el deseo del paciente en mejorar su calidad de vida, se puede observar y reevaluar en un periodo desde 3 meses a un año.
La primera opción de tratamiento es usar medicamentos que permitan que la próstata se relaje, se torne más blanda o pequeña y mejore la manera de orinar. Por lo general, para esto se utilizan dos tipos de medicamentos: alfabloqueadores o reductores de 5ARI. Los alfa bloqueadores relajan la musculatura de la próstata, produciendo un efecto inmediato en la mejoría de los síntomas. El más usado es la tamsulosina.
Los reductores de la 5 alfa reductasa (5ARI por sus siglas en inglés) son el dutasteride y la finasteride, que bloquean la conversión de la testosterona en la manera en que la próstata pueda usarla, produciendo con el tiempo una disminución del tamaño de la misma. Puede tomar hasta seis meses notar una mejoría con este medicamento y los efectos colaterales de cada tratamiento varían.
Con los alfabloqueadores es más frecuente la eyaculación retrograda (al eyacular no se ve la emisión de semen), dolor de cabeza o mareos; con los 5ARI se puede producir disminución de la libido (deseo sexual).
Pueden usarse combinados por 6 meses a un año y reevaluar periódicamente si están funcionando con estudios específicos como sonografía o flujometría, entre otros. Si a pesar del tratamiento observamos que no hay mejoría de los síntomas, o que el tratamiento no es tolerable o aceptado por el paciente, además de que se mantenga un daño renal progresivo, retención orina, entre otros, se recomienda tratamiento quirúrgico.

Terapia láser para la próstata

Inicialmente valorada como terapia mínimamente invasiva para próstatas grandes, su uso está indicado también en pacientes con morbilidades, anticoagulados, en que el tiempo quirúrgico debe ser más corto, y que no califique a cirugía con los métodos convencionales.
Se usan actualmente varias tecnologías láser de alta energía para el tratamiento de la próstata.
Las más usadas son la enucleación con láser de holmio (HOLEP) y la vaporización fotoselectiva de la próstata (PVP) o Greenlight (láser verde).
El HOLEP consiste en resecar la parte de la próstata que produce la obstrucción sin fraccionarla, y después introducir un mocerador (para fragmentarla y extraerla por la uretra), se reseca la próstata como cirugía abierta, pero sin abrir la vejiga y sin el sangrado. Conlleva un día de ingreso en el centro donde se realice y un día con sonda, vida cotidiana en una semana. Otra técnica también usada es la vaporización con holmio.
La fotovaporización o laser verde Greenlight, es parecida a la RTUP, tiene más de diez años siendo usada, con una mejoría dramática en los equipos en los últimos años, que otorgan más potencia con mejores resultados.
Como su nombre lo indica, vaporiza el tejido, o sea, lo calienta a una temperatura tal que no deja residuos, si se compara, sería como las películas donde usan rayos láser para desaparecer personas que veíamos cuando niños.

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