Quemados mejoran; dos no

Quemados mejoran; dos no

POR ALTAGRACIA ORTIZ GÓMEZ
Dos de los presos que fueron llevados ingresados a la Unidad de Quemados en Santo Domingo luego del incendio en la cárcel de Higüey no han experimentado mejoría, su pronóstico sigue siendo reservado, pero los seis que están en el hospital Luis Eduardo Aybar, están mejorando.

Los doctores Carlos de los Santos, director de la Unidad de Quemados Pearl Ort, y el doctor César Jesurum, director del hospital Luis Eduardo Aybar indicaron que serán dados de alta en la medida en que se recuperen.

No se permitió a periodistas, fotógrafos y camarógrafos de televisión entrar al hospital Luis Eduardo Aybar. Los policías se adelantaron a decirles a los periodistas que no podían pasar, pero luego se permitió a los profesionales, entrar a la sala y ver el estado de los presos enfermos. No se permitió la entrada de fotógrafos y camarógrafos.

Los ocho pacientes ingresados en hospitales de esta capital inhalaron humo y tóxicos, producto del fuego que mató a 134 presos en la cárcel de Higüey.

Para la recuperación de los pacientes, el hospital Luis Eduardo Aybar habilitó la habitación H-4, la cual tiene vigilancia de por lo menos seis policías.

El alta a los pacientes dependerá de la evolución de cada uno de los casos. En el día de ayer el paciente Andrés Shan, de 18 años de edad, debió ser ingresado en una sala de Cuidado Intermedio, en donde se le colocó un tubo de pecho y un tubo en forma de T. Ese paciente sufrió una lesión pulmonar por inhalación.

De Los Santos definió como grave el estado de los reclusos Wilkin Rodríguez, quien tiene quemaduras en el 42% del cuerpo y lesiones que le impiden respirar con normalidad, así como Camilo Marte, de 34 años, que padece de graves problemas respiratorios.

«Esos pacientes no han mejorado, su estado es estable dentro de la gravedad», expresó el director de la Unidad de Quemados.

Otros reclusos que permanecen internados en el hospital Aybar son: Julito Encarnación Alcántara, de 24 años; Junior Andrés Shan, de 18; Manolo Fabián Castillo, de 34; José Silverio Pichardo, de 39; Gary Michell, de 28, e Ismael de los Santos, de 18 años.

Los ocho pacientes fueron remitidos desde Higüey y reciben las atenciones en los médicos de los dos centros de salud.

La entrada a la sala está restringida para familiares y periodistas. Sólo los médicos y el personal de enfermería tiene acceso a la sala.

Muchos parientes no se conforman con revisar la lista que tiene el hospital e insisten en ver personalmente a los enfermos, porque en ocasiones los presos se cambian de nombre. En la propia Unidad de Quemados hay una pantalla de televisión en la cual los pacientes y visitantes pueden ver las imágenes que pasan los canales relativas al fuego que dejó un saldo de 134 muertos y decenas de afectados y lesionados. El fuego se produjo en un pabellón de la cárcel pública de Higüey.

Los presos de la Unidad de Quemados fueron aislados en cubículos especiales, debido a los riesgos de contraer infecciones. Sin embargo, la dirección del centro da las informaciones que requieren los periodistas.

También la vigilancia policial ha sido reforzada y los controles para entrar al centro hospitalario se han hecho más estrictos. Para entrar a la sala, fue preciso que los periodistas lo hicieran acompañados del doctor César Jesurum y con la vigilancia policial.

Casi todos los pacientes tiene lesiones leves de quemaduras, algunos han sido enviados al departamento de Oftalmología, pero casi todos inhalaron humo y tóxicos por el fuego.

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