La quema de metales en puestos de compra en los alrededores del vertedero de Duquesa, en Santo Domingo Norte, afecta a cientos de familias de las comunidades aledañas cuyos miembros no soportan la humareda y el hedor, sobre todo en la noche y la madrugada cuando se producen los incendios para evadir la vigilancia de las autoridades.

Vecinos de los sectores Los Casabes, Duquesa, Jacagua y el Mamey, así como de   residenciales como Ciudad Satélite y Ciudad Bonita denunciaron que muchas personas, principalmente niños y adultos, padecen de enfermedades respiratorias y pulmonares debido a la contaminación.

Esperanza Núñez, presidenta de la Junta de Vecinos de la comunidad Los Casabes, precisa que los dueños de puestos de compra de metales aprovechan la madrugada para quemar alambre y otras mercancías, lo que genera una humareda que parece neblina, la cual  llega a los hogares acompañada de un hedor asfixiante.

 Señala que la situación es tan grave que llaman a la Policía Nacional (PN) para que ponga control de la situación, pero a pesar de que se llevan algunos en calidad de detenido, al día siguiente la práctica continúa.

Sin autoridades. La dirigente comunitaria llamó la atención de las autoridades de Medio Ambiente, especialmente a la Procuraduría, para que acudan a la zona a supervisar a las metaleras, ya que el humo y el hedor los están matando a plazo.

“Ayer había una humareda aquí que parecía que se está cayendo el cielo, pero aquí estamos huérfanos de autoridad, apenas algunos agentes de la Policía vienen, pero Medio Ambiente, que debería vigilar, no lo hace”, expone la dirigente comunitaria.

En  esa misma situación se encuentran los moradores de Jacagua y El Mamey, donde sus moradores pegan el grito por la contaminación por la quema de basura y metales en sus alrededores. Son  comunidades olvidadas habitualmente. 

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Mamey y Jacagua

Efraín Soriano, de la Junta de Vecinos El Mamey y Jacagua, deploró el grado de contaminación en la zona, a tal punto que  hasta él fue diagnosticado con enfermedades pulmonares, así como decenas de niños y personas de avanzada edad.

Exige acudir en auxilio de las comunidades próximas al Relleno Sanitario de Duquesa para que pongan fin a la contaminación que se agrava por la falta de agua potable y los mosquitos que producen cañadas  con aguas estancadas, así como el polvo que surge de la carretera  destruida.