Quemándonos en matemáticas

Quemándonos en matemáticas

No hay que hacer un análisis enjundioso para llegar a la conclusión de que hasta para descubrir su propia ignorancia el individuo necesita de las matemáticas.

Sin embargo, durante décadas el talón de Aquiles en los niveles primario y secundario de nuestro sistema educativo siempre ha sido el bajo rendimiento de los alumnos en matemáticas.

Existen muchos factores que inciden en que nuestros alumnos se quemen en esa materia y en consecuencia es necesario identificar los obstáculos y las áreas problemáticas a fin de que se adopten los métodos de enseñanza más eficaces.

Pero antes hay que exigir del gobierno medidas integrales de apoyo al profesorado conjuntamente con la revisión de las políticas nacionales dirigidas a una reformulación del currículo de matemáticas.

Ciertamente, el profesorado tiene la responsabilidad de hacer entender a los escolares el papel importante que juega esa ciencia en el mundo de hoy, además de enseñarles que las matemáticas se usan para hacer frente a necesidades individuales.

Si cierto es que se necesita que nuestro sistema educativo cuente con un cuerpo docente altamente calificado, no menos lo es el hecho de que constantemente se deben investigar las causas de los malos resultados en los alumnos.

En muchos países se realizan encuestas a gran escala para medir el rendimiento escolar en el área de matemáticas, en las cuales se identifican las causas de los malos resultados y se evalúan los programas de apoyo.

En esos trabajos se ha establecido que el ambiente familiar y las características de los alumnos generan cierto impacto que incide en el rendimiento de los escolares.

Las evaluaciones conocidas revelan que “el contexto familiar, medido de acuerdo a un índice que valora conjuntamente la situación económica, social y cultural de cada alumno, sigue siendo uno de los factores que más incide sobre el rendimiento escolar”.

Como ejemplo se cita un fuerte paralelismo entre el rendimiento de los alumnos en el área de matemáticas y la disponibilidad de libros en su hogar.

Ante el gran crecimiento de la delincuencia en nuestro país, las autoridades educativas deben prestar especial atención a los alumnos en situación de alto riesgo.

Hablamos de la implementación de programas de prevención en la etapa inicial de educación en los que se haga hincapié sobre elevadas expectativas de formación.

En la lucha para mejorar el rendimiento escolar en matemáticas, los padres debemos hablarles a nuestros hijos sobre los diversos tipos de auxilio a que recurríamos cuando enfrentábamos dificultades de aprendizaje: tutoría entre compañeros, el trabajo en grupos y el apoyo individualizado.

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