Quemaría el Congreso para evitar pacto con EU

Quemaría el Congreso para evitar pacto con EU

LA PAZ (AFP).- El líder cocalero y legislador boliviano Evo Morales amenazó este lunes con «incendiar» el Congreso antes que aprobar un tratado con Estados Unidos que exime a efectivos norteamericanos de comparecer ante la Corte Penal Internacional (CPI) en caso de cometer delitos de lesa humanidad en Bolivia.

   «Aprobar (ese tratado, por el que presiona Washington) es como decir que nosostros somos como animalitos, que nos matan nomás», alegó Morales luego de advertir que «si es necesario «hay que incendiar (el edificio del poder Legislativo, en la plaza de Armas de La Paz), aunque nos digan que estamos atentando contra la democracia».

   Morales, cuyo partido se convirtió en la principal fuerza política de Bolivia después de las recientes elecciones municipales, anunció una «dura batalla» en el Congreso para evitar la aprobación del tratado.

   De acuerdo con los resultados de las elecciones presidenciales y legislativas de 2002, el Movimiento Al Socialismo, de Morales, controla 35 de los 157 escaños del Parlamento boliviano.

   El congresista indígena dijo que para evitar «que corra dinero» entre sus colegas, pedirá que el voto sea «nominal y público» cuando se trate la corroboración o no del tratado suscrito por el derrocado presidente liberal Gonzalo Sánchez de Lozada en enero de 2003.

   El embajador de Estados Unidos en La Paz, David Greenlee, negó que la asistencia económica que otorga su país a Bolivia esté condicionada a la aprobación del tratado.

   «A veces la gente piensa que queremos un cheque en blanco para cometer crímenes. La verdad es que nuestro sistema de justicia es muy severo. Los soldados que cometen crímenes tienen que responder ante una justicia que realmente los manda a la cárcel», explicó Greenlee.

   Congresistas bolivianos denunciaron la pasada semana que la legación diplomática norteamericana ejerce presión sobre el Gobierno y la Cámara de Diputados para la homologación de la legislación.

    A la pregunta de si la ayuda de Washington a Bolivia depende de la aprobación de este acuerdo, el diplomático respondió que no.

   «Lo que estamos pidiendo a Bolivia como país amigo, es que entienda nuestras necesidades», reclamó Greenlee ante la oposición generalizada a su pedido.

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