CANNES, Francia, AFP. Doce años después de haber sorprendido en Cannes con su primera película, Reservoir Dogs, y diez años después de haber obtenido la Palma de Oro por Pulp Fiction, el director Quentin Tarantino, niño terrible del cine estadounidense, vuelve al Festival de Cannes para desempeñar el prestigioso papel de presidente del jurado.
Cinéfilo apasionado que cita tanto a Jean Luc Godard como a directores de series Z totalmente olvidados, Tarantino ha impuesto su estilo sumamente personal, impregnado de humor negro y construido con múltiples referencias.
Referencias que el director saca del cine de su infancia, del cine negro militante de los años 70, de los western spaghetti, de las películas de gangster y de artes marciales, pero también de la novela negra y de los cómic.
Nacido el 27 de marzo de 1963 en Knoxville (Tennessee), Tarantino suele contar en las entrevistas su adolescencia influenciada por numerosas mudanzas a través de los suburbios de Los Ángeles y la asistencia casi compulsiva a los cines para ver a Jackie Chan, los hermanos Shaw, Charles Bronson, Clint Eastwood o los yakuzas de Kinji Fukasaku.
Un mestizaje cinematográfico que puede apreciarse, condensado, en Kill Bill, su cuarta película, cuya segunda parte se presenta fuera de concurso en Cannes.
Hay quienes lo critican por la violencia ominipresente en su cine, pero el cineasta logra la unanimidad cuando se trata de reconocer el virtuosismo de sus realizaciones y de sus diálogos incisivos, algunos de los cuales han pasado a ser antológicos.
La narración en flash back y en capítulos, la ilustración musical con grandes temas de la música norteamericana y los guiños paródicos forman parte también del estilo tarantinesco.
Pintura sin concesiones de pequeños mafiosos de Los Ángeles en Reservoir Dogs (1992), violencia y destinos cruzados de gansters y marginales en Pulp fiction (1994), pintura sensible de una mujer madura que toma entre manos su destino en Jackie Brown (1997), el universo de Tarantino está poblado de personajes variopintos y conmovedores: el asesino a sueldo que cita la Biblia, la madre de familia experta en combate o la drogadicta ninfómana.
Harvey Keitel, John Travolta, a cuya carrera dio un segundo impulso, Bruce Willis, Samuel L. Jackson o Robert de Niro, y su actriz preferida, Uma Thurman, las numerosas estrellas que rodaron a sus órdenes no se equivocaron.
[b]Composición del jurado[/b]
– Quentin Tarantino, presidente (director estadounidense)
– Emmanuelle Béart (actriz francesa)
– Tilda Swinton (actriz británica)
– Kathleen Turner (actriz estadounidense)
– Benoît Poelvoorde (actor belga)
– Edwige Dantica (escritora estadounidense)
– Jerry Schatzberg (director estadounidense)
– Tsui Hark (director hongkonés)
– Peter Von Bagh (crítico finlandés).