Querer  ser la mejor

Querer  ser la mejor

Autoayuda
Uno de los retos mas grandes que enfrenta la mujer de hoy, es lo­grar el balance entre su vida fa­miliar y profesional, sin olvidar­se completamente de si misma. Te has sentido angustiada y presionada por todas las responsabilidades que tienes? ¿Sientes que todo el mundo te exige y que ya no puedes dar mas? ¿Te sientes frustrada al no poder estirar o planificar el tiempo de manera que puedas cumplir con todo lo que tienes pendiente? Puede que en este momento estés a punto de estallar… Necesitas detener esa carrera alocada por un instante para revisar lo que estas haciendo.

Tu problema es igual al de todas las mujeres que hoy en día trabajan fuera y dentro de la casa, tienes com­promisos y responsabilidades profesionales y perso­nales que cumplir y muchas veces te paseas entre el cansancio y la culpa, ya que te exiges a tí misma más de lo que puedes dar. ¡Detente!, no puedes continuar viviendo bajo ese nivel de presión. Lo primero que tienes que hacer, es recordarte como un ser humano que necesita descansar para recuperar la claridad mental, la vitalidad y la fortaleza que te permitan continuar.

Frecuentemente te sientes in­satisfecha, te parece que no dedicas el tiempo suficiente a tus hijos, te sientes culpable cuando tienes que dejarlos con alguien por un momen­to o te frustras cuando tu pareja en lugar de reconocer tu esfuerzo y cansancio, te exige permane­cer despierta para ver un progra­ma de televisión o acompañarlo a un evento, piensas que ya no compartes momentos de disfrute con tu pare­ja como lo hacías antes… o que no puedes comprometerte mas allá en el trabajo para seguir ascendien­do profesionalmente, pues toma­ría parte del tiempo que necesitas para la familia.

Tal vez es tiempo de decir: “¡No puedo mas con tantas cosa!” Mu­chas veces somos nosotras mis­mas quienes asumimos la mayoría de las responsabilidades, o porque nos enseñaron a ser asi desde pequeñas, o porque quisimos proteger a nuestra pareja, o porque no lo creí­mos capaz de compartir con nosotros los diferentes roles y responsabilidades exitosa­mente, o porque todavía esta­mos esperando a que él o nues­tros hijos ya grandes, conside­ren la posibilidad de suavizar la carga que nos hemos impuesto a nosotras mismas.

Recordemos que somos nosotros quienes enseñamos a los demás cómo es que van a tratarnos.

Lamentablemente el trabajo en casa no es reco­nocido socialmente porque es gratis. Pareciera que ese trabajo dedicado y laborioso de cuidar y mantener el orden y la armonía en el hogar, no tiene valor alguno y por lo tanto, no se recono­ce. A esto tal vez se deba el hecho de que muchas mujeres se van a la calle a buscar un trabajo sin necesitarlo, al rechazar la idea de convertirse en una maravillosa ama de casa.

Por otro lado, la ne­cesidad de sentir­nos reconocidas y aprobadas al poder cumplir con tantas responsabilidades, ha hecho que nos exijamos más a nosotras mismas y que en muchos casos, no estemos dis­puestas a renunciar a esa cuota de reconocimiento, perdiendo tal vez la perspectiva de valorar y apreciar lo que realmente nos llena y nos hace felices. ¡No co­rras el riesgo de convertirte en una súper mujer!.

Deberíamos emular aquellas acciones y actitudes que nos parezcan positivas en otras per­sonas, sin que nuestro ego se sienta disminuido por hacerlo ¡Pensemos que a veces somos maes­tros y a veces somos discípulos!! Ca­minar por la vida con los ojos del alma abiertos y atentos a observar todo lo que ocurre en nuestro en­torno inmediato, nos permitirá re­cibir más regalos esenciales, que a manera de tesoros, valoremos y compartamos con los demás.

1. APRENDE A DECIR QUE NO. El deseo de complacer a todo el mundo, hace que te sientas abru­mada casi todo el tiempo. No te comprometas con más de lo que realmente puedes manejar y cumplir. Decir que no de vez en cuando, te permitirá ahorrar tiempo de calidad para ti y hasta para los tuyos.

2. COMPARTE RESPONSABILIDADES. Crea una reunión familiar en la que puedas conver­sar con todos los integrantes de tu familia acerca de las diferentes tareas y responsabilidades que existen en casa. Repártelas entre todos para que se les haga mas suave y entretenido el trabajo del hogar. También puedes intercambiar roles y res­ponsabilidades con tu pareja.

3. SEPARA TUS ROLES. Procura separar tus ro­les para que puedas manejarlos sin que te hagan sentir abrumada todo el tiempo. Si te ocupas de un solo rol a la vez, te será más fácil manejarlo y disfrutarlo. Asi que vive tu vida momento a mo­mento.

4. REVISA TUS PRIORIDADES. Define lo que realmente deseas y recuerda que todo lo que que­remos tiene un costo. Pregúntate si estás dispues­ta a pagarlo y una vez tomada la decisión, avanza con entusiasmo y sin lamentarte a conseguir tu meta.

5. ESTABLECE UN EQUILIBRIO ENTRE EL TRABAJO Y LA CASA. Es importante que cuando llegues a casa después de un día de mucha activi­dad, puedas dejar en la oficina o en la calle todas las preocupaciones y pendientes, para que puedas concentrar tu energía y atención en las labores y los placeres de casa. Recuerda repartir tu tiempo entre todas las áreas de tu vida sin descuidar tu pareja y tu bienestar personal.

¡Suelta el pasado, deja de preocuparte por el fu­turo, vive el presente, la vida es maravillosa, todo va a estar bien!!

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