El 27 de septiembre cumpliría 100 años, si no hubiese fallecido el 18 del mismo mes, en 2023. 80 años fue muy poco tiempo para un ser que dedicó su vida a la enseñanza, transmitiendo sus propios descubrimientos de plantas, insectos, cuevas, anfibios y reptiles.
Sus afortunados alumnos recordamos sus anécdotas, como aquella del primer día de clase, que preguntó a cada uno el lugar dónde nació, para finalmente describir con precisión meridiana el entorno y hasta la mata de tamarindo del patio de nuestra casa materna.
Inolvidable el día, cuando un fuerte temblor de tierra nos sorprendió en pleno examen de botánica sistemática y despavoridos bajamos la escalera de la facultad, abandonando sobre cada butaca el formulario y las ramas con flores. Al regresar encontramos al profesor Marcano incólume debajo del marco de la puerta. El conocía el punto de seguridad. ¡Loor! gran maestro Eugenio de Jesús.