No sabemos qué le han dejado a nuestro Presidente, especie de rey en repúblicas, quien ha reconocido no es mago como Ustedes al responder inquisiciones periodísticas sobre nuestros problemas. Tampoco conocemos si les pidió algo. Pero ya que estarán aquí durante el día de hoy, les pediremos por él: Que le proporcionen  discernimiento y lo revistan de valor, fortaleza y habilidades para realizar sus hermosas intenciones en este nuevo año considerado el verdadero comienzo de su gobierno luego de haberse instalado, afincado y consolidado como primer mandatario sustentándose fundamentalmente en la sencillez impresa a su ejercicio en sintonía con gobernados que aspiramos su buen desempeño.

Aliéntenlo a ordenar la preparación de la “Distribución Administrativa del Presupuesto” mandada en nuestras leyes para calmar las suspicacias concitadas por el elevado gasto presupuestado: Que esos gastos se efectúen en función de ingresos efectivamente percibidos y que sus funcionarios consideren las partidas consignadas condicionadas a que se produzcan recaudaciones y financiamientos previstos. Que haga cumplir la Ley de Función Pública – eliminando designaciones por funcionarios ineptos para ello, observando jornadas de trabajo estipuladas, sancionando prohibiciones precisadas -para reducir burocracia sin traumas y hacer eficiente al Estado; que siga eliminando duplicaciones orgánicas; que revise comportamientos de recaudaciones proyectadas ponderando devoluciones previsibles e introduciendo rectificaciones pertinentes.

Pedimos especialmente que lo animen a  imponer precio tope de compra de energía a generadores privados para disminuir subsidios que contribuyentes sacamos de nuestros  bolsillos para engrosar particulares. Y precio tope a empresas exportadoras de minerales para todos beneficiarnos de altos precios coyunturales en mercados internacionales.

Como estos pedimentos aumentarán ingresos, reducirán gastos, déficits y necesidades de financiamientos; estimulen al Presidente a dirigir los excedentes fiscales generados y el financiamiento liberado a fomentar productividad y competitividad para que nuestra producción sea más capaz de satisfacer nuestras necesidades, disminuyendo importaciones y reduciendo déficits en Balanza de Pagos. Así tendremos más puestos de trabajo y consecuentemente menos delincuencia.

Al respecto, les pedimos que mantengan en el mandatario su estrategia implícita de sancionar irresponsabilidades fiscales y corrupción por no ser justo ni persuasivo intentar castigar delincuentes comunes mientras ex funcionarios zanganeen impunemente. Como los precios topes y las sanciones a corrupción e irresponsabilidades pueden concitar reacciones adversas, les pedimos que sugieran al mandatario propiciar un Gran Entendimiento Político para lograr que todos los dominicanos genuinamente preocupados por la suerte de la nación le acompañemos tesonera y solidariamente en las acciones necesarias y protestas derivadas.

Un entendimiento que aguijoneará recomposiciones en nuestro sistema político-partidario hasta convertirlo en instrumento eficazmente sustentador de democracia efectiva y sostenible, en lugar de los espacios de connivencia y confrontación que hoy constituyen.