Pacto diabólico II.- La política, junto a la pelota, es nuestra gran pasión, por lo que andan por ahí tantos analistas con su propia teoría de lo que impulsó al presidente Fernández a pactar con el ingeniero Miguel Vargas Maldonado la prohibición de la reelección consecutiva en la reforma constitucional, renunciando sorpresivamente a la posibilidad de postularse en el 2012, como expertos explicando porqué al Big Papy se le olvidó dar jonrones. Uno de esos teóricos, por supuesto que de patio, sostiene que al mandatario se le acabó el margen para seguir fingiendo que todo está bien cuando maneja información de primera mano que indica todo lo contrario, información que adecuadamente analizada también lo ha convencido de que una candidatura suya en el 2012 no tiene ninguna posibilidad de salir airosa. ¿Qué hacer entonces? Darle un chance a Danilo, el primero en la fila entre los presidenciables del PLD y quien hace tiempo está esperando con la cara larga su oportunidad, pero como ya pasó antes su candidatura no podrá despegar a causa del peso muerto de un gobierno desgastado por la crisis económica y desacreditado por su permisividad frente a la corrupción. Sería una derrota dolorosa para el PLD, reconoce nuestro teórico, pero no tanto como para echarse a llorar, pues su dirigencia tiene los bolsillos bien forrados y encontrará en qué entretenerse; sería como tomar unas merecidas vacaciones. Y todo gracias a los perredeístas, que una vez ganados los comicios del 2012 volverán a hacer un pésimo gobierno, a pelearse como perros y gatos los unos con los otros, por lo que antes de concluir los cuatro años estaremos pidiendo a gritos el regreso del Paladín de la Modernidad, del que nos enseñó a montar en el Tren del Progreso. El análisis, por supuesto, es demasiado simplón para ser verosímil, sin embargo anda por ahí –con algunas variantes– de boca en boca, como una película que la gente ha visto ya muchas veces y de la que se sabe el final de memoria.