Qué se dice

Qué se dice

¿A santo de qué?.- “El Torito rechaza candidatura  a senador por Bonao” ¿Se la sacó en una rifa pero se sintió obligado a rechazarla porque, después de todo, la farándula da mayores satisfacciones que la política? ¿O se tratará de un nuevo reality show, de esos que tan  de moda están, en el que política y farándula se juntan  y a Dios que reparta suerte? ¿No resulta sospechoso que nuestros políticos  anden repartiendo, sin ser tiempo de zafra electoral, candidaturas a diestra y siniestra? Esas y muchas otras preguntas, cada cual más descabellada (por cierto, ¿en qué pasos andará el ex presidente Hipólito Mejía que tan callado está últimamente), me pasaron por la cabeza al leer el titular periodístico, para a renglón seguido enterarme de que el popular merenguero, que le ha prometido a su querido pueblo natal que nunca se dedicará a la política, rechazó la oferta que le hizo el ingeniero Miguel Vargas. La pregunta, por supuesto, se cae de la mata, y no hay que ser perredeísta o estar en la acera opuesta para formularla: ¿En calidad de qué o con la autorización de cuál organismo del PRD  anda ofreciendo cargos el  ex candidato presidencial perredeísta?

  Aspaviento.- Ninguna de las acciones “puntuales” que, según  el Listín Diario, estaría fraguando un grupo de “ecologistas” (las comillas son del matutino) que se opone a la instalación de una cementera en la zona de amortiguamiento de Los Haitises como parte de un “plan”  para responsabilizar del hecho al presidente Fernández violenta nuestras leyes,  ni las acciones que alientan sus promotores  atentan contra la seguridad del Estado ni califican como una conspiración. Si acaso,  dejarían  muy mal parado al gobierno y su manejo de nuestros recursos naturales, y por supuesto  también a Jaime David Fernández Mirabal, quien -dicho sea de paso– ha decepcionado a mucha gente. El resto es un ridículo aspaviento digno de mejores causas.

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