Pisando las bases.-  Los políticos del patio siguen dando  demostraciones  de que las bases de los partidos, esas que tanto invocan cuando les interesa su apoyo, su favor o  sus votos, son igualitas que las de la pelota; solo sirven para robárselas o pisarlas.

¿Cuánto tiempo hace que la dirigencia del menguado PRSC  no consulta a sus bases, si es que todavía merece ese calificativo su  dispersa y desesperanzada militancia, para renovar sus autoridades y muchos menos consultarles sobre el rumbo de un partido que agoniza a ojos vista? El PRD, cuya dirigencia se encuentra enfrascada en una pugna por el control de la organización, va por el mismo camino, como lo demuestra la proclamación  del ingeniero Miguel Vargas Maldonado como presidente de la organización, en un encuentro  de los miembros de la Comisión Política en el que también se decidió posponer la escogencia de los secretarios General y de Organización para después de las  elecciones  municipales y congresionales  del 2010, elección que se dejará —si no se produce otro acuerdo por trasmano (¡ojo pelao Guido!) desde luego— a las  bases perredeístas. 

El polémico pacto firmado entre  el presidente Leonel Fernández y Vargas Maldonado,  de espaldas a sus partidos y  sus organismos de dirección, simplemente ha llevado a los extremos una tendencia que a lo largo de los últimos años vienen marcando, de manera consistente, las dirigencias de los partidos dominicanos sean estos grandes o pequeños, donde el sentir y los intereses de las bases, es decir del pueblo llano, anónimo y doliente, son cada vez menos determinantes, para no decir que cada vez importan menos a unas  cúpulas que han secuestrado, para su propio provecho y beneficio, sus organismos de dirección. La pregunta del millón es ¿Hasta cuándo?