¿Habrán llegado tan lejos?.- A estas alturas ya deberíamos estarnos preguntando porqué insiste tanto la Asociación Nacional de Empresas Metaleras de República Dominicana en que el corte de los cables tensores del puente Juan Pablo Duarte, que se atribuye al desenfreno de los ladrones de metales, fue en realidad un sabotaje. ¿Con qué propósito? Eso es, precisamente, lo que pide que se investigue de manera exhaustiva esa asociación, aunque por la forma de pedirlo podamos intuir que en realidad saben (o creen saber) quién estaría detrás de ese supuesto sabotaje y, sobre todo, qué persigue, pues parecen descartar que se trate de una acción terrorista como la calificó en principio la Policía.
De todas maneras no hay que tener mucha imaginación, ni estar muy curtido en los tejemanejes tan propios de nuestra corrupta administración pública, para llegar a la conclusión de que la única manera, si acaso fuera cierta (¿usted qué cree?) la hipótesis de los empresarios metaleros, que tendría sentido el sabotaje de esa estructura es que los saboteadores estén seguros de que de alguna manera se van a beneficiar de su reparación. Y si a eso usted le agrega que la persona a la que las autoridades insisten en señalar como responsable del robo de los cables, un joven con antecedentes de perturbación mental y drogodependencia, no luce estar en condiciones de perpetrar el delito que se le atribuye, tiene que abrir espacio a la duda y hacerse la pregunta. ¿Habrán llegado tan lejos?