Qué se dice

Qué se dice

¿Estamos a tiempo?. Cuando al presidente de DNCD le preguntaron, hace unos días, por el derrotero de las  investigaciones  de lo ocurrido en la comunidad de  Paya, en Baní, donde fueron asesinados siete ciudadanos colombianos con el inconfundible sello de las ejecuciones sumarias con las que se regodea el feroz narcotráfico, el mayor general Gilberto Santiago Delgado Valdez respondió a los periodistas que estas se encontraban en su “fase final”, según le había confiado el jefe de la Policía Nacional, el también mayor general Rafael Guillermo Guzmán Fermín, y que muy pronto se tendrán noticias sobre sus hallazgos.

Sin embargo, quien en estos días ha tenido la oportunidad de escuchar al doctor Marino Vinicio Castillo, asesor en materia de narcotráfico del Presidente de la República pero también un hombre con el coraje y la valentía suficientes para darse el lujo de  llamar a las cosas por su nombre, tiene necesariamente que dudar que esas indagatorias  lleguen a feliz término, es decir señalando con sus nombres y apellidos a los responsables de tan horrendo crimen y sometiéndolos de inmediato a la consideración de la Justicia.

Conocedor, como nadie en el país, de las verdaderas dimensiones del enemigo al que nos enfrentamos, de la extraordinaria capacidad –poderoso caballero es Don Dinero– del narcotráfico para  infiltrar  los organismos llamados a perseguirlo, el doctor Castillo  no parece dispuesto a hacerse  ilusiones frente a  un crimen que, por sus características, desborda nuestras capacidades de perseguirlo y sancionarlo como merece.

Mientras tanto, la DNCD, el Ministerio Público y los organismos de seguridad del Estado trabajan a marchas forzadas en la coordinación de un conjunto de acciones que deberán mejorar  considerablemente la capacidad de la sociedad dominicana de hacer frente, con mayor eficacia, al  flagelo que la devora, pero tal y como están las cosas cabe preguntarse si todavía estamos a tiempo de detenerlo.

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