Líder religioso dice es una paradoja que esto ocurra cuando Haití acaba de celebrar el 120 aniversario de su independencia

La inestabilidad política y social que vive el pueblo haitiano, con la actuación abierta de bandas incontroladas que matan, secuestran y aterrorizan, es de gran preocupación para el obispo de Fort Liberté, monseñor Quesnel Alphfonse.

El líder religioso haitiano lamenta el caos y la inseguridad que vive el país y califica como una paradoja que esta situación ocurra cuando Haití acaba de celebrar el 120 aniversario de su independencia. Su fecha de independencia se celebra cada 1 de enero.

La comunidad de Fort Liberté, en donde Alphfonse se desempeña como obispo, está ubicada en el noroeste haitiano próximo a la frontera, muy cerca de Montecristi.

La creciente inestabilidad política y social que sacude a Haití se registra en momentos en que diversos sectores el país desean un cambio para mejorar, y tener la oportunidad de celebrar su independencia en paz y con mayores esperanzas de progreso.

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Para el prelado católico la situación es de alta preocupación ya que los grupos armados que operan a sus anchas con mucha frecuencia matan, secuestran y siembran el terror entre la población, que se encuentra desprotegida.

Señala que la propia Iglesia Católica ha resultado afectada porque sus miembros son hostigados, incluyendo monjas y sacerdotes, expone el obispo de Fort Liberté.

Monseñor Quesnel Alphfonse citó el caso de las seis monjas que fueron secuestradas por desconocidos y cuyo paradero no se sabe todavía.

Según los últimos informes sus captores exigen un millonario rescate por su liberación.

Ante la situación de crisis que vive el pueblo haitiano, la Iglesia Católica no se ha quedado de brazos cruzados ni se puede quedar con los brazos cruzados, dijo el obispo. “La iglesia ha jugado un rol activo acompañando a los sectores vulnerables a través de Cáritas y otras instituciones, mientras propicia fórmulas de diálogo entre las partes involucradas, incluido el Gobierno de facto”, sostuvo.

Al ser cuestionado la solución que plantea a la situación de Haití, el prelado católico aboga por una salida a corto plazo. Aunque por estos momentos no ve una luz al final del túnel.

Pero esto no amilana al obispo Alphfonse ya que dice que se deben continuar impulsando esfuerzos que devuelvan al país la paz, la tranquilidad y el trabajo. Recordó las palabras del Papa Juan Pablo sobre la importancia de lograr la paz ya que sin esta no hay desarrollo posible en ningún país del planeta.

“Una nación no avanza en medio de una crisis”, sostuvo.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) aprobó el envío de una fuerza multinacional para ayudar a la Policía de Haití a restablecer el orden.