Hay personas con la calidad moral de Quico dispuestas a colaborar
Nuestro presidente Luis Abinader designó a Teófilo Tabar Mansur (Quico Tabar) administrador de la Lotería Nacional, luego del destape de un sorteo viciado de grave anomalía, otro de los tropiezos en el corto trayecto gubernamental de nuestro gobernante, con la diferencia anterior donde no hubo consecuencias, ahora sí las hay, rápido y contundente.
Extrañaba que nuestro gobernante no incorporara a su elenco de altos funcionarios a Quico Tabar, evaluado desde el ámbito moral, recordando las veces que dirigió Impuestos Internos y Aduanas, ninguna voz consiguió alzarse para cuestionar su proceder.
Reitero lo gracioso que resulta a más de uno alegar honestidad sin administrar nunca un bien público, y concerniente a Quico Tabar, puede vociferar honestidad, porque antes y luego de sus responsabilidades públicas, nunca cambió, siempre ha residido en su mismo hogar, propiedad de su esposa Zoila, legado de sus padres, moviéndose en un vehículo de quince años.
Debiera nuestro gobernante auscultar en nuestro escenario a personas de acrisolada honestidad como Quico Tabar, con su acrisolada reputación administrando bienes del contribuyente, y así ir sustituyendo quienes han burlado la buena fe de nuestro presidente, con la falsa suposición de que todo seguiría igual que antes, desmarcándose de los principios desde antes de asumir el mando, fue parte fundamental de sus ofertas al electorado.
Ipso facto asumió la administración de Lotería Nacional, fulminó loterías paralelas actuando en el local estatal, para empezar.
Hay personas con la calidad moral de Quico Tabar dispuestas a colaborar con nuestro gobernante, ayudándolo a concretizar la carpeta de proyectos y trabajos tendentes a crear fuentes de riqueza comunes, exentas de peculado y vagabunderías.
Si hubiese muchos Quico Tabar, nuestro país sería mucho mejor, más próspero, y sobre todo, más transparente.