¿Quién censa a los extranjeros?

¿Quién censa a los extranjeros?

La abundancia de ciudadanos  extranjeros  es fácil de palpar en cualquier punto de nuestro país. Cada vez hay más haitianos, centro y sur americanos, así como europeos. En los polos turísticos esa presencia es mayor, y no se trata únicamente de la gente que viene de vacaciones y retorna a su país de origen, sino de aquellos que se radican permanentemente e  incursionan en negocios de todo tipo. Entiéndase bien: de todo tipo.  Como en todo, entre estos inmigrantes hay mucha gente buena y laboriosa, pero también hay mucha escoria, perseguidos de la justicia por delitos y crímenes graves,  y así por el estilo.

 Esta presencia masiva deja la impresión de que está vigente una política de cielo abierto para toda inmigración, sin muchos requisitos. No parece haber controles tan rigurosos como los hay en algunos de los países de origen de mucha de esa gente. A muchos les escandaliza la abundancia de haitianos, pero ya parece que tienen competencia. Cualquiera diría que los cedazos  no están funcionando como debería ser y estaríamos perdiendo los controles sobre esa migración. Es lo que ha pasado siempre con los haitianos que ingresan al país y se quedan. Nos gustaría que alguien mostrara cifras sobre permisos de estada, visas temporales y residencias otorgadas y cómo se le da seguimiento a cada caso. Cada vez más extranjeros se involucran en crímenes en este país. Mucho ojo.

Lluvias y riesgos sanitarios

Las lluvias dejan beneficios y pérdidas, y también consecuencias sanitarias. De primera intención, aumentan los criaderos de mosquitos, entre éstos el transmisor del dengue. Debido a los torrenciales aguaceros de estos días, los riesgos sanitarios han aumentado y mucha gente está expuesta a picaduras de mosquitos o entrar en contacto con orina de ratas, con las consecuencias que ambas cosas acarrean.

La Secretaría de Salud Pública ha dicho que está fumigando para destruir criaderos de transmisores de enfermedades. Sin embargo, la presencia de los fumigadores parece ser tímida y en muchas partes no se ha visto uno de ellos. No decimos que no se está fumigando, sino que, según parece, no se hace con la intensidad y cobertura que demandan las circunstancias. Quizás haya necesidad de aumentar el personal dedicado a estas tareas. La cuestión es que le ganemos la carrera a los problemas de salubridad.

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