¿Quién controla a la policía nacional?

¿Quién controla a la policía nacional?

La presencia en el Congreso de una revisión de las denuncias de violaciones de derechos humanos por parte de Amnistía Internacional en su informe sobre el país y sobre todo de la necesidad de revisión de la desaparición forzada de Juan Almonte hace varios años, no ha servido para frenar a la policía nacional en su cotidiana práctica de ajusticiamientos y muertes indiscriminadas.

En las protestas de Salcedo se muestra una policía nacional cada vez más violenta y descontrolada sin reparo para tirar bombas lacrimógenas a una capilla en la que se encontraba una mujer embarazada rezando. Pareciera que los agentes policiales perciben las capillas e iglesias como lugares violentos que deben ser intervenidos con bombas….

En estos momentos los reportajes de la prensa muestran entre 4-5 muertes semanales de hombres en manos de la policía nacional, siendo esta institución la que provoca junto a las acciones delictivas y riñas la mayoría de las muertes de la población masculina. Las muertes de la población femenina las causan sus cónyuges o ex cónyuges.

Por otro lado, los cuarteles se convierten en espacios sin control donde las torturas son cotidianas como bien se denuncia en el informe de Amnistía Internacional del 2011.

 El ejemplo más claro fue el caso reciente de violación anal con un palo a un preso en un cuartel policial de Santiago. ¿Cómo se explica que un militar se introduzca a un cuartel y “pida” un preso?

La policía nacional ha prometido sanciones contra sus efectivos, sin embargo continúan “los intercambios de disparos” y se justifican como estrategia de lucha contra la delincuencia, sin atacar las causas de la misma. ¿De qué delincuencia estamos hablando? ¿O matar no es un delito?

Las consecuencias de estas medidas policiales en la subjetividad de nuestra población son tan graves como las muertes. Se está imponiendo una cultura de terror ejercida por la policía nacional hacia ciudadanos comunes, pobres y anónimos. La población apoya la violencia como estrategia contra la delincuencia y a la vez permite que el terror se imponga en la vida cotidiana.

En nuestra historia hemos vivido otras situaciones de terror. En los 12 años del gobierno de Balaguer aparecían diariamente personas muertas a manos de la famosa “banda colorá”.

Además también en ese período la policía nacional y el ejército eran “incontrolables” ¿Se está repitiendo el mismo patrón?

Es de alta preocupación este ambiente de terror que está creando la policía nacional y que varios sectores legitiman. Nos estamos acostumbrando a que la violación del derecho a la vida no signifique nada y nadie se moviliza en contra de ello. 

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