La familia Ariza Cabral informó ayer el el fallecimiento de don José Daniel Ariza Cabral, uno de los pilares y ejemplos de varias generaciones para la sociedad dominicana.
Sus restos serán expuestos este miércoles en horas de la tarde en la Funeraria Blandino de la Abraham Lincoln.
Ariza Cabral, era el padre del reconocido abogado Dr. José Rafael Ariza, quien a través de sus redes sociales dio a conocer la noticia de su deceso manifestando que «Ni la dictadura, ni las torturas, ni los perseguidores de comunistas, ni los que acabaron con la vida de Manolo y 18 jóvenes mas en Manacla, ni otras tantas batallas pudieron limitar su paso por esta tierra. Hoy el creador lo mandó a buscar, en paz descanses papá´´.
Ariza Cabral era hijo de José Daniel Ariza Sánchez, asesinado por el dictador Rafael Trujillo en el año 1934 después de ser arrestado y torturado en Nigua, y sobrino materno del combatiente anti-imperialista Máximo Cabral Reyes, héroe de La Barranquita enfrentando a los invasores de Estados Unidos en 1916. Su madre era Amada Cabral Reyes.
Le puede interesar: Soñemos con un mundo mejor
Fundador del movimiento clandestino “14 de Junio” junto a Manolo Tavárez y Minerva Mirabal, compartió prisión con ambos en la cárcel de La Victoria, donde estaba encerrado cuando fue decapitada la tiranía.
También trabajó junto a Máximo López Molina, líder del Movimiento Popular Dominicano (MPD) en las luchas por la destrujillización, donde se enfrentó a los Paleros de Balá.
Luego de ser excarcelado, salió al exilio, donde recibió adiestramiento militar en Cuba, dirigidos por Ernesto “Che” Guevara, y también en Argelia, donde conoció al líder Ahmed Ben Bella y a Houari Boumédiène.
Participó como combatiente en la guerrilla de Las Manaclas, entre noviembre y diciembre de 1963, y no aceptó la decisión de Manolo y otros revolucionarios de entregarse a las autoridades bajo promesa de que su vida sería respetada. Manolo y el grueso de la guerrilla, tras entregarse, fueron asesinados por las tropas militares, mientras que Ariza Cabral logró burlar el cerco, entró a Santiago y posteriormente a Santo Domingo.
Durante la guerra de 1965, Ariza Cabral participó discretamente como francotirador, provocando bajas a los invasores norteamericanos.
Durante los 12 años de Joaquín Balaguer, Ariza Cabral se mantuvo en las filas revolucionarias combinando su labor de constructor con las actividades políticas.
Junto a otros luchadores revolucionarios, se preparó para enviar un grupo de hombres a reforzar las filas de los combatientes que se preparaban en Cuba junto al coronel Francisco Caamaño.
La expedición del 14 de junio de 1959 le sorprendió trabajando en Constanza, donde siguió de cerca los enfrentamientos y luego los plasmó en su libro “Lo que pasó en Constanza en junio de 1959”, un relato pormenorizado del desenvolvimiento de las operaciones militares.
También escribió sus memorias tituladas “Testimonios de un combatiente revolucionario”, publicadas en 2018, y concedió numerosas entrevistas para radio, televisión y periódicos impresos sobre su participación en las luchas patrióticas.