Desde las 3:30 de la madrugada de este martes, el Ministerio Público junto a la Dirección Nacional de Drogas (DNCD), la Policía Nacional y organismos castrenses, despliegan un amplio operativo en contra del narcotráfico en la zona del Cibao Central, como parte de la operación denominada Halcón IV, que busca desarticular redes criminales, comandadas por supuestos capos identificados como: Joel Ambioris Pimentel García «la J»; Rafael Tomás Conill Salcedo (a) Niño Hot Dog; José Halminton Ureña (Niño Come Mezcla), entre otros.

Dentro de las supuestas redes criminales, el nombre Joel Ambioris Pimentel García, alias “la J”, había salido a la luz pública desde hace varias semanas, por ser el supuesto responsable de la llamada amenazante contra la procuradora Miriam Germán Brito y su familia.

Las autoridades indican que “la J” fue deportado desde los Estados Unidos por narcotráfico, mudándose primero a Colombia, y luego a España, desde donde supuestamente controla redes criminales que operan en recintos penitenciarios del país, según indican las autoridades.

Según una nota distribuida por la Procuraduría General de la República, a Ambioris Pimentel, se le vincula a “decenas de muertes violentas en varias provincias del norte de República Dominicana”.

En las investigaciones hechas por el Periódico Hoy, una nota firmada por este medio y publicada el 29 de septiembre 2009, Ambioris Pimentel es señalado como el responsable de haber mandado a matar al supuesto distribuidor de estupefacientes Domingo Abreu Encarnación (El Chamo), de 42 años, en un hecho ocurrido en la Villa Olímpica de Santiago.

Ampliar: Desconocidos matan en Santiago a supuesto distribuidor de drogas

“Desconocidos que se desplazaban en una motocicleta mataron ayer a balazos a un presunto distribuidor de drogas en su apartamento, ubicado en el edificio 9, apartamento 1-A, manzana C, del sector de La Villa Olímpica, de esta ciudad. La víctima fue identificada como Domingo Abreu Encarnación (El Chamo), de 42 años, quien de acuerdo al informe policial su  muerte se trató de un ajuste de cuentas”, señala la nota.

Continúa: “el vocero de la Policía, coronel Jesús Cordero Paredes, dijo que Abreu Encarnación recibió disparos en la cabeza y otras partes del cuerpo. Informó que este era integrante de una banda de narcotraficantes que encabeza Joel Pimentel García, quien se encuentra en Estados Unidos. La victima estuvo preso en la Cárcel de Rafey durante ocho años acusado de venta y distribución de estupefacientes. Se dijo que a Domingo Abreu Encarnación lo mataron por venganza, ya que a él se le relacionaba con la muerte de Martín Rafael Hernández Gómez (Polo), asesinado en la cárcel de San Francisco de Macorís, quien también pertenecía a una banda que se dedicaba al negocio de las drogas”.

Sin embargo, Ambioris García se defendió mediante un comunicado distribuido por su abogado Tomás Castro, en el que niega estas acusaciones y asegura, nunca ha tenido conflictos con la ley, como lo establece en la última parte del comomunicado que reza:

«Tras las mentiras realizadas por este mercenario del micrófono, Rafael Guerrero,
no solo resalta el interés de las personas a las cuales protege, de que el suscrito,
que repito, no tiene casos pendientes ni en el país ni en el resto del mundo, sea
involucrado en un caso, llevado y encerrado en las cárceles dominicanas durante,
al menos, el tiempo que tarde el proceso de investigación, ya que quien no tiene
hechas no tiene sospechas. Todo lo anterior al parecer, con la finalidad de que
dentro de un recinto penitenciario, que sí son controlados allá, y así poseen los
audios los comunicadores Ángel Martínez y comunicador Ramón Tolentino, por el
nombrado Nino Come Mezcla, atenten contra mi vida, algo por lo cual
responsabilizo totalmente a Rafael Guerrero, los delincuentes que este protege y a
toda autoridad que, sin investigar seriamente, pretenda quebrantar mis derechos
fundamentales, entre ellos, la presunción de inocencia, la cual, muchos
comunicadores han mancillado sin prueba alguna, como si sus afirmaciones
constituyeran un elemento de prueba o fueran palabras sagradas no permeables
por la delincuencia y la corrupción».

«Espero que a la mayor brevedad sea concluida la investigación correspondiente y
se identifique a quien realizó la amenaza a la Dra. Miriam Germán Brito, y exhorto
a los comunicadores serios del país a que estén vigilantes ante quienes pretenden
buscar un chivo expiatorio para convertirlo en la panacea de los problemas
penitenciarios de la República Dominicana, porque, armar casos basados en
mentiras, acusar a un inocente de ser autor de una amenaza, y luego, ante la
incapacidad de sustentar esto jurídicamente, terminar acusándolo de narcotráfico,
sicariato, etc., evidencia, no interés en solucionar los hechos, sino, en mantener la
impunidad de quienes operan en la delincuencia organizada del país, pues, al
parecer, yo, que tengo década y media sin residir en República Dominicana, soy el
responsable de todos los males penitenciarios existentes, y las personas pagadas
con los impuestos de los ciudadanos, que son nombradas para realizar las
funciones relacionadas con el sistema penitenciario, entiéndase: jueces, fiscales,
directores, alcaides, oficiales militares y policiales, custodios, etc. son ajenas al
descontrol y la corrupción que impera en dichos centros, un verdadero absurdo del
que solo se pueden hacer eco personas interesadas en proteger a los verdaderos
responsables», termina el comunicado.

Según denuncias hechas por el comunicador Rafael Guerrero, a raíz de las amenazas contra la procuradora Miriam Germán, La J, supuestamente controlaba varios recintos penitenciarios del Nuevo Modelo, de los que se “lucraba con millones de pesos semanalmente”.

Algunos de esas cárceles fueron intervenidas durante la operación Halcón IV, que aún se mantiene activa, como el Centro de Corrección y Rehabilitación Najayo Hombres; Rafey Hombres; Vista del Valle; La Isleta Moca; El Pinito y la Cárcel Pública de La Vega, donde supuestamente se encuentran recluidos miembros de la presunta red criminal.

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El comunicado emitido por las autoridades resalta que: “las fuerzas élites han penetrado a lugares considerados difíciles y han tomado el control de zonas que por años fueron consideradas territorios dominados por algunas organizaciones criminales, como El Hoyo de Bartola, centro de operación del extraditable Joel Ambioris Pimentel García (la J)”.

Asimismo, afirma que durante los allanamientos se han ocupado armas, dinero, cocaína y marihuana, entre otras supuestas evidencias de delitos.