¿Quién está detrás del retraso de la Educación?

¿Quién está detrás del retraso de la Educación?

JOSÉ LUIS DE RAMÓN
PREAL
señala que las deficiencias de la educación de América Latina se concentran, interrelacionadas, en cuatro áreas: aumentar la inversión en educación, descentralizar, renovar la profesión docente y contar con un sistema de medición de los resultados académicos.

Desviar el debate es perder el tiempo. Todas son condiciones necesarias pero no suficientes. Por ejemplo no sólo hacen falta recursos para educación sino que hay que gastarlos bien. Pero de que faltan, faltan.

Cuando la infraestructura de las escuelas públicas da vergüenza y se dan diariamente apenas dos horas y media de clase, la conclusión de que un mayor aporte económico es necesario es obvia. Pero la educación no recibe el dinero. ¿Por qué?

Porque a esta necesidad se opone el bajo efecto político de la inversión en infraestructura y maestros, que se ve en el largo plazo, mientras que llenar la Secretaría de compañeritos tiene efectos políticos inmediatos. Y al triste hecho de que los padres no los valoran lo suficiente en términos electorales. Los políticos (dentro de la Secretaría de Educación y en la oposición) tienen la educación más en su agenda publicitaria que en sus presupuestos reales.

Descentralizar significa que las escuelas toman más decisiones sin preguntarle a la Secretaría en la Capital. Esto se traduce en quitarle poder a los políticos de turno para nombrar correligionarios del partido y pasar poder a las comunidades. Además permite, sobre todo a las mujeres, apreciar políticamente la educación y votar en consecuencia. Igualmente, significa que el sindicato de maestros pierde influencia, pues la escuela contrataría y despediría profesores a nivel local. Los políticos (dentro y fuera de la Secretaría de Educación) y el sindicato de maestros estarán opuestos a descentralizar, y actuarán ante la presión de la forma más lenta posible.

Renovar la profesión docente pasa no sólo por una importante asignación de recursos, sino por un cambio en la actitud del sindicato de maestros. Demasiadas horas de clases se pierden por culpa de la ADP, como demostró la encuesta Gallup-Educa. Las demandas de salarios de la ADP no están orientadas a resultados, dándole un incentivo a la mejor capacidad y mejor cumplimiento del maestro. La ADP no apoya en forma decidida traspasar el poder de contratación a la escuela vs. la Secretaría. Esta es una de las razones por las que la sociedad no apoya más decididamente los aumentos de salarios de los maestros y la explicación de porque percibe al maestro como a cualquier otro empleado publico. La impresión es que algunos maestros lo hacen bien, los más hacen poco y mal y no pocos son botellas.

Medir los resultados de la educación (nuestras violadas Pruebas Nacionales), nos permitirían saber honestamente dónde estamos y qué tenemos que hacer. Pero la verdad es mala como mecanismo de relaciones públicas. Los directores de escuelas y sobre todo los políticos (dentro y fuera de la Secretaría de Educación) y el sindicato de maestros, estarán en contra. Se ha llegado a hacer trampa, maestros ayudando a los alumnos en las pruebas, para que saquen mejor nota, dando el peor ejemplo.

Los conceptos tienen debajo crudas realidades y agentes de carne y hueso que se benefician y se perjudican. Si en el sector de la educación la retórica y el eufemismo sigue siendo la norma, los farsantes impondrán sus criterios. Desnudemos los conceptos de su belleza intelectual y veamos la realidad, aquello que realmente hay que vencer, para que sigamos teniendo un país dónde vivir.

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