¿Quién explica lo ocurrido?

¿Quién explica lo ocurrido?

Los más escandalosos actos de corrupción atribuidos a ejercicios de poder bajo sello político que hoy llenan espacios de información predominando como temas de conversación mientras cursan en la justicia, no han logrado incluir a los liderazgos de pasada relevancia conectados con ellos en la encendida difusión de pareceres que a modo de legítimo debate los acompañan estando herida la sensibilidad ciudadana.

Un asombroso silencio como si las conturbadoras referencias a los hechos que se atribuyen estuvieran siendo vistas desde la luna. No se aspira, ni procede, que los tribunas mediáticas pretendan eclipsar a los tribunales llamados en sus fueros a coger y dejar en un plano de equidad acogedor de argumentos encontrados de acusación y defensa.

La negación imprecisa de cargos que emiten con pobres prosas que no van a lo concreto, ni disciernen sobre expedientes que conectan con sus pasados ejercicios de autoridad, causan un vacío de conceptos ante el pueblo, árbitro supremo, llevadoal desconcierto por el énfasis indolente ante los interrogantes en que incurren tales dirigencias de pasada vigencia, concentrada por ahora en un discurrir organizativo ajeno al ostensible sismo social y político intensificado por el impago de una deuda de explicaciones y rendición de cuentas ante la sociedad que quiere escuchar sus razones, que se irrita por falta de respuestas a sus hirientes preocupaciones.

Vacunación prometedora

Aun cuando el virus SARS-CoV-2 no está confinado a un estrecho círculo poblacional, y es un taimado enemigo que por doquiera puede emerger, se marcha sobre rieles hacia una inmunización del mayor ancho posible. No se ha reparado en costos ni en endeudamientos. Nicarecido de insistencias por lograr dosis de vacuna, porque la salud y la vida de un pueblo merecen todos los denuedos, y después hablamos.

Por ese lado el país puede dormir tranquilo, aun circunscrito a las limitaciones de comportamiento que mejor evitan el contagio. Sin espabilarse bajo la equivocada presunción de que el peligro ha pasado. En países de mayor índice de vacunación se ha coexistido con intensos rebrotes de pandemia, pero es real que las inoculaciones dirigidas a lo masivo surten efecto con solo perseverar sensatamente.

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