Este diario introduce el tema advirtiendo a sus lectores que la notificación es un hecho sin precedentes. ¿En qué pensaba Héctor Rodríguez Pimentel cuando notificó por vía acto de alguacil a empresarios que anuncian sus productos en el programa de Alicia Ortega? Es evidente que no aquilató las consecuencias de un paso tan inusitado como irreflexivo. Un proceso como el que se promete perjudica al reclamante y beneficia a su abogado Carlos Balcácer y a Alicia Ortega.

Un anuncio no es un subsidio a un medio de comunicación social. El espacio que el medio vende beneficia a quien paga por el mismo. Por supuesto, existen casos de medios en los cuales los dineros colocados en ellos constituyen un subsidio. Son los medios de comunicación social con pobrísima penetración en la comunidad. De manera que la argumentación aducida quedará invalidada de llegarse a la jurisdicción de juicio. Sobre todo en el caso de Alicia Ortega, cuyo influjo en amplios sectores de la opinión pública es innegable.

La ley es clara al establecer diferencias entre el anuncio por el cual se siente injuriada una persona y el meramente promocional. La colocación del primero exige actos de responsabilidad determinados por la legislación. El segundo, es decir, el anuncio publicitario, no entraña imputabilidad alguna. Falla por consiguiente una gestión que no tiene otro propósito que el de amedrentar o, mediante procedimientos incidentalistas, molestar a Alicia Ortega.

Pero, ¿conviene a Héctor Rodríguez Pimentel que siga adelante un proceso legal basado en generar molestias? Para él es definitivamente inconveniente y únicamente acumulará perjuicios, obligándolo a gastos legales y propagandísticos que les serán perjudiciales también.

Desde todo punto de vista, por consiguiente, el proceso iniciado es contrario a los intereses personales que lo han animado. Le habría convenido cultivar una imagen pública diferente a ésta que lo coloca a las puertas de un tribunal como eventual demandante. Ese proceso implica la necesidad de abrirse y exponerse ante los medios de comunicación como no lo hiciera nunca antes. Porque de no hacerlo, como litigante contra una periodista talentosa y aguerrida, determinará cuestionamientos que serán negativos para él.

Tal vez, por todo lo dicho, HOY señaló al ofrecer la noticia, que este acto carece de precedentes. Y añadimos nosotros que es irreflexivo e inopinado.