Julio A. Vargas Jiménez 
Jovenel Moise.
Tras la publicación del periódico El Tiempo en la que se establece, según declaraciones de una fuente del diario, que el magnicidio de Jovel Moise habría sido cometido por agentes de su propia seguridad, este sábado trascendieron nuevos detalles de la situación interna de ese país y decisiones del fallecido mandatario que reforzarían esta teoría.
Según un audio difundido a través de la aplicación de mensajería instantánea de Whatsapp, los exmilitares colombianos, que tenían varios meses viviendo en la República de Haití, fueron contratados por el propio Jovenel Moise para eliminar las bandas de delincuentes que azotan a la sociedad haitiana y lograr la paz en esa nación.
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Supuestamente, estos exmilitares habrían sido traídos al país por el Gobernante y ubicados en casas pagadas por el Gobierno Haitiano, que también les facilitó vehículos con placas oficiales.
La fuente también acusa al jefe de seguridad del presidente Jovenel Moise de haber sido la persona que disparó contra el gobernante y su esposa, hasta darle muerte al mandatario, sin embargo, la primera dama habría sobrevivido al atentado lo que no estaba en los planes originales.
Tras cometer la acción el jefe de seguridad de Jovenel, según la fuente, pidió a los exmilitares colombianos presentarse a la casa del mandatario luego de ser informados de una alerta de seguridad dada por el señalado como homicida.
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La declaraciones indican que el propio jefe de la Policía Nacional de Haití pidió al anillo de seguridad de la casa presidencial que dejaran pasar a los «Mercenarios» y que cuando estos llegaron a la vivienda encontraron a Moise muerto y a la primera dama herida de gravedad, por lo que la llevaron a un hospital de la ciudad de Puerto Príncipe.
Además, cuenta que los militares volvieron a la casa presidencial junto a la hija para recoger su ropa y es en ese momento en que se dan cuenta que les tendieron una trampa por lo que abandonaron el lugar.
La fuente insiste en que la acusación a los colombianos se trata de una coartada para encubrir un trabajo interno.
