¿Quiénes son los amigos del pueblo?

¿Quiénes son los amigos del pueblo?

WELLINGTON ASCANIO PETERSON P.
En el preámbulo de la campaña electoral de medio término se ha producido una increíble modalidad de múltiples alianzas políticas de matices interesantes y contradictorios, el corre corre acelerado de estrategias de los partidos que buscan no quedarse en el aire al momento en que el pueblo tenga que depositar su voto, sobre todo aquellos partidos hoy en la oposición con deudas pendientes de saldo.Las alianzas tienen sus razones claras y definidas.

Para la administración actual de gobierno modificar la composición del Congreso es de suma importancia por el interés nacional que presentan estos cambios directamente enlazados con los planes inmediatos que urgen al fortalecimiento institucional y cumplir con los desafíos de este país ante la enorme deuda social, salir de la pobreza el atraso y caminar a pasos firmes hacia el desarrollo.

Es justo además modificar la composición congresional como vía de saneamiento y sanción, el Congreso debe ser referencia de lo mejor de la ciudadanía, no debemos permitir que este importantísimo poder del estado se convierta en una guarida de maleantes al servicio de los peores intereses.

Hay que luchar por el rescate y adecentamiento del Congreso Nacional. Muchas de esas alianzas lo que buscan es mantener poder para conservar privilegios, acaudalar más fuera de la Ley, exhibir paraguas políticos protectores, búsqueda de inmunidad pretendiendo la impunidad a faltas graves.

Coexistir en contra de nuestra voluntad con situaciones semejantes nos produce un torturante estrés ideológico moral, los sacrificios de lo más noble de este país y las incansables luchas de nuestro pueblo por sus derechos y libertades, merecen mayor respeto y consideración en aquellos lugares que se precian de ser solemnes Altares de la Patria.

El momento actual nos obliga a hacer el balance, la auditoría política del pasado reciente, sacar cuentas y medir los resultados de la administración anterior del gobierno del prd/pph, de sus congresistas y munícipes.

¿Cuál es el balance?

Después de 20 años de gobiernos, el balance es sencillamente negativo. No han gobernado para favorecer al pueblo, sino para utilizarlo como vía para llegar al poder, han cultivado sus intereses de grupo, ni siquiera para favorecer a sus propios militantes que por miles andan robando por esas calles de Dios envueltos en la más espantosa miseria. Ellos también han sido víctimas de la demagogia del populismo y el clientelismo, engañados con recetas oportunistas, detrás de las cuales se han escondido la gran estafa, amparada en la fortaleza del Estado con todos los resortes abusivos del poder.

La nación fue testigo y víctima del manejo doloso que se dio a los recursos del Estado, de la manera vulgar en que se llevó la imagen de la República Dominicana en los escenarios internacionales, la pérdida de la confianza en los mercados financieros, endeudamientos externos sin sentido, crecimiento económico cero, inflación sin control, tasa de cambio relajada por la especulación y estimulada desde el palacio de gobierno por políticas económicas equivocadas, paralización de la economía, quiebras al por mayor de la pequeña y gran empresa, manejo amañado de la crisis bancaria con fines políticos electorales en particular el caso de Baninter al que violentando las leyes como parte de un plan macabro lo destruyeron sin la más mínima contemplación para hacer uso de sus medios de comunicación y sus múltiples recursos y al que se quiso tomar como chivo espiatorio de los casos errores de un gobierno que jugó con la estabilidad, la paz, la tranquilidad y el sosiego de la familia dominicana. Represión política a sus críticos, amenazas, y sobrecogimiento y enojo de la población por el trato desconsiderado y ultrajante a la mujer dominicana en las personas de damas honorables de esta sociedad…Se respiraba un ambiente de intolerancias, de retroceso. Y a todo esto, ¿cómo reaccionó el honorable Congreso?

Se convirtió el Congreso en lugar inseguro con balaceras y sabotajes, se forzó la constitución para permitir por conveniencias grupales la reelección presidencial a costa de la filosofía partidaria que la negaba y la posterior división del partido.

¿Cuál de las Alianzas políticas representa los intereses de las grandes mayorías, de clases medias y de los más pobres?

¿Se modificará en el Congreso la correlación de fuerzas, o seguirá el predominio de una mayoría mecánica, mercantilizada, imponiendo su voluntad acomoda por encima del interés patriótico nacional?

¿Ha habido y/o hay voluntad y práctica tiránica en el Congreso?

La respuesta está en el balance político del pasado reciente, de los resultados de la administración anterior y la práctica de sus actuales legisladores, presentes y pasados munícipes.

El país tiene una alternativa de luz en el camino, estamos viviendo un momento estellar de nuestra historia, y se quiere ensombrecer con maquinaciones demagogicas maquiavelicas, la oposición pretende desvirtuar y confundir la realidad de un proceso de franca recuperación económica de la profunda crisis heredada.

El sistema político dominicano está muy limitado por las enormes debilidades de quienes en su mayoría lo integran, debilidades de orden ideológico, adocenamiento, corrupción.

Una sociedad sin valores democráticos, sin principios, sin instituciones sanas, no podría librar una lucha contra los flagelos que hoy nos agobian, la corrupción, la delincuencia criminal, la droga, el narcotráfico, y ganar la batalla del desarrollo contra la pobreza.

No podemos quedarnos de brazos cruzados, el ciudadano debe imponer el criterio de la verdad a partir de la memoria histórica, la razón, el imperio de las leyes y la justicia.

El manejo del Estado necesita de hombres y mujeres probos, capaces, honestos, con vocación de servicio.

Solo así podremos construir una nueva República Dominicana

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