¿Quiere andar en el primer Batimóvil? Está a la venta…

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BBC Mundo, Los Ángeles. George Barris compró un auto por un dólar en 1960 y está a punto de venderlo en una suma que, según los expertos, será «multimillonaria».

El vehículo en cuestión es el «Batimóvil número 1», el poderoso cuatro ruedas del superhéroe murciélago que se utilizó para la serie televisiva de la década del ‘60, y que, por primera vez en la historia, saldrá a subasta este sábado.

Barris, en tanto, es un excéntrico preparador de autos bien conocido en Hollywood por poner tuercas y caños de escape a algunos de los vehículos inmortalizados en la pantalla, como el Kitt de «El auto fantástico», así como a otros para uso de las estrellas, de un Rolls Royce dorado para Zsa Zsa Gabor a un carro de golf para Elton John. Y es el creador del codiciado primer auto de Batman para la TV.

«Cuando vi el guión, vi que era todo ¡pow!, ¡bang!, ¡boom! y tuve que hacer un auto a la medida. Quería que tuviera un lugar predominante en la historia, que fuera tan actor como los actores de carne y hueso», dice el hombre a BBC Mundo.

Los coleccionistas lo consideran el «Santo Grial» de los autos de la industria del entretenimiento. Aunque se han hecho otras versiones para los sucesivos Batman, fue el de Barris el que lo trasladó del cómic al mundo real dotándolo de poderes especiales.

«El de 1966 de George Barris es uno de los más famosos carros en la historia de Hollywood y se ha vuelto una referencia visual para las generaciones de Batimóviles que vinieron después», destacó Craig Jackson, director ejecutivo de la casa de remates Barrett-Jackson, que organiza en Scottsdale, Arizona, una de las más grandes subastas mundiales de autos de colección.

Aire retro. El Batimóvil fue protagonista estelar, a la par del hombre de la capa y su ayudante Robin, de la serie que se transmitió entre 1966 y 1968, así como de la adaptación para cine que siguió, protagonizada por Adam West. Está armado a partir de un prototipo único, creado por la Ford Motors para una exhibición de Chicago sobre la base de un Lincoln Futura de 1955. Con 5,8 metros de largo y pintado de blanco hielo, la máquina original había sido ensamblada completamente a mano en Italia y tenía un costo estimado en US$250 mil.

Su trayectoria en Hollywood se inició en 1959, repintado de rojo y con Glenn Ford al volante para la cinta «Comenzó con un beso», que el actor protagonizó junto a Debbie Reynolds. Pero fue seis años más tarde que comenzó a hacer rugir motores a lo grande.

«Les compré el auto por un valor nominal de un dólar porque me parecía un modelo único», apunta Barris, que hoy tiene 87 años.

Fue su habilidad para tomar un auto y, a toda prisa, convertirlo en otro radicalmente distinto para las cámaras lo que le dio a Barris su próximo empleo: cuando la 20th Century Fox lo llamó para pedirle el Batimóvil para una serie de TV, el preparador pensó en el Lincoln Futura estacionado en su garaje.

Comenzó por quitarle la capa de pintura roja, reemplazándola por el negro clásico del héroe de Cuidad Gótica, y lo preparó con los caños elevados en la parte trasera, el escape cromado y rugiente, las líneas anaranjadas del contorno, los neumáticos y las puertas con el ícono de murciélago.

Luego lo dotó de accesorios a tono con un vehículo aliado de la «lucha contra el crimen»: un Batiteléfono y un Batiscopio, un Batirayo que eran dos láser de 450 watts capaces de pulverizar obstáculos, al menos en la ficción, y un Bat-O-Meter para detectar enemigos.

Tuvo tres semanas para dejarlo listo en su taller de Los Ángeles, con un presupuesto de US$15.000. Tres semanas para, sin saberlo, crear un ícono.

«Mis mejores recuerdos son cuando todavía manejaba este auto, recuerdo ir por la autopista a toda velocidad… hasta que me paraba la policía», cuenta Barris, que mantuvo la titularidad del carro y se lo cedió en préstamo al estudio durante los años que duró la serie. Desde fines de los ‘60, el Batimóvil en desuso es parte de su colección personal.

Y ya no lo saca a dar vueltas por el vecindario como antes: se ha vuelto un ítem de colección demasiado valioso. La última vez que se lo vio en acción fue en el «Batmobile Documentary» que el director Christopher Nolan hizo como extra para el DVD de la última Batman, «El Caballero Oscuro renace».

Millonario. Hacia el final de la tira televisiva en la que debutó, el auto ya cotizaba ocho veces más de lo que había costado su puesta a punto, pese a haber mostrado fallas técnicas durante las grabaciones. Hoy, en la casa de remates aseguran que vale no menos de US$3 millones, aunque no quieren dar una cifra exacta ni revelan cuánto es la base mínima para que sea vendido.

Claro que para eso deberá conseguir comprador: los subastadores dicen que habrá muchos interesados, pero en el pasado se ha visto también más de un fiasco con la memorabilia del cine. Como cuando en 2011 salió a la venta el par de zapatos rubí de Judy Garland en «El mago de Oz» y, pese a la expectativa, no hubo oferta alguna de los US$1,9 millones que tenía de precio base.

«Yo creo que es material para coleccionistas de autos, más que fanáticos de los cómic. Hay muchos adultos a quienes Batman, y este auto saliendo de la Baticueva, les marcó la niñez», sugiere a BBC Mundo Jared Barris, el nieto de George, que lo acompañó en el viaje a Arizona para el evento.

¿Por qué venderlo ahora? Sus dueños dicen que no se trata meramente de convertirlo en metálico por necesidad.

«Mi abuelo siente que se ha cumplido una etapa, es hora de que el auto empiece otra historia», dice Jared.

Los autos de Ciudad Gótica. El Batimóvil ha acompañado la evolución del Caballero Oscuro, tanto en el cómic como en cine y televisión, durante más de 70 años. La primera aparición del vehículo que transporta al héroe de Ciudad Gótica fue en el número 27 de «Detective Comics», en 1939, y dos años más tarde recibió su nombre oficial. Era de color rojo, convertible y con el logo del murciélago.

Tal vez el más impactante de todos fue el que apareció en la versión para cine de 1989, dirigida por Tim Burton. Era una combinación de diseño entre un Porsche y un Bugatti 57, que en la película se lo veía impulsado por una turbina de avión y se decía capaz de alcanzar 500 km/hora.

Otra de las versiones recordadas es el “Acróbata”, de las dos primeras entregas de la saga dirigida por Christopher Nolan. La intención era borrarle su carácter estético para convertirlo en un tanque que sirviera de arma del superhéroe. Fue destruido por el Guasón en el “El Caballero Oscuro” (2008).

¿Qué opina George Barris de los autos que siguieron al suyo? “No me gustan mucho –dice-, porque el mío era a escala humana y hoy son máquinas poderosas para matar. Muerte, muerte, muerte… yo no apruebo eso. Incluso Batman debería tener más situaciones felices y divertidas”.

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