Quieren un concordato para ateos y agnósticos

Quieren un concordato para ateos y agnósticos

POR LEONORA RAMÍREZ S.
Un chico ácido que tiene entre sus amigos a varios ateos y agnósticos propuso que se elabore también un «concordato» para beneficio de esos libre pensadores que niegan la fe, y lo dijo mientras le preguntaba a cuatro reverendos evangélicos si consideraban que la ayuda que da el Estado a la Iglesia Católica es irritante porque la misma no llega a los protestantes.

«El Concordato es anacrónico e irritante, pero las iglesias evangélicas no necesitan un acuerdo similar para crecer, de lo que se trata es de exigir respeto e igualdad», expresó Reynaldo  Franco en representación de Rafael Montalvo, Alejandro Figueroa y Luis Alberto Reyes.

Pero Figueroa le dio una respuesta más contundente «a veces se piensa que los evangélicos quieren que les den cosas, que les paguen maestros en las escuelas, que les paguen hasta la respiración y que le hagan un túnel para ir a la casa del obispo»…se habrá referido solamente al túnel que construye Diandino Peña, quizás no, porque ese no pasará por la Isabel la Católica.

Esas aclaraciones surgieron en el almuerzo del Grupo de Comunicaciones Corripio, donde los reverendos emitieron sus juicios sobre los problemas nacionales, principalmente sobre la pobreza, la delincuencia, la corrupción y la impunidad.

En el contexto del Concordato, que es el acuerdo entre el Vaticano y el gobierno dominicano que se firmó en 1954, los evangélicos consideran que debe revisarse, o en su defecto eliminarse, porque da demasiados privilegios a un grupo, mientras otro (ellos) sufren discriminaciones.

Montalvo contó una anécdota que para él refleja las desigualdades que deduce el Concordato: «un reverendo llegó al país y no le revisaron su equipaje ni le cobraron ningún impuesto porque lo confundieron con un sacerdote, cuando percibieron que no era cura le dijeron que era una equivocación, que tenían que revisarle todo». ¿Se oye?

LA ECONOMIA CRECE PERO HAY HAMBRE

El reverendo Franco reconoció que en el país se registra una estabilidad económica, pero todavía hay mucha gente que pasa hambre, que vive en extrema pobreza y que no puede resolver sus problemas de salud.

«Como iglesia todos esos elementos nos preocupan, confiamos en la capacidad organizativa del gobierno, pero entendemos que hay que desarrollar una agenda seria, consistente, alrededor de esos problemas»,

Es que crece el micronarcotráfico, la microimpunidad,  la microbebentina, pero menos la microeconomía…reflexionó  una colega.

LA MANO AMIGA DE LOS HAITIANOS

Por ser una comunidad vulnerable, las iglesias evangélicas ya tienen pastorales haitianas para salvar almas y para aligerar la carga de los inmigrantes ilegales de Haití que padecen toda clase de precariedades en este suelo.

En el caso de la Iglesia Evangélica Dominicana, Figueroa explicó que tienen pastorales en Santiago y Barahona, y que en esta provincia funciona un hospital donde pueden parir las haitianas.

-Pero ustedes traen a los haitianos, le preguntó un chico ácido al reverendo, y éste le respondió  «no, los que los traen son los ricos de este país que los explotan, los dueños de los ingenios de caña».

¡Sopla!

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