¿Quieres prosperar? ¡Se miembro de una tribu!

¿Quieres prosperar? ¡Se miembro de una tribu!

“Nunca dudes que una tribu comprometida manifiesta milagros”.
Karina Pereyra

Las primeras tribus aparecieron en el periódico prehistórico con fines de sobrevivencia. Eran agrupaciones humanas, bajo el liderazgo de un jefe que solía evocar el respeto de los integrantes del grupo. El término tribu viene del latín “tribus”, utilizado para nombrar un grupo social cuyos integrantes comparten un mismo origen, así como ciertas costumbres y tradiciones.

El concepto se asoció a las agrupaciones formadas por algunos pueblos antiguos o primitivos, como los judíos y los greco-latinos. Generalmente, los miembros de la tribu establecen una interacción que permite la duración en el tiempo de los valores que los nutren y sostienen como grupo, y que les permite pasarlos como un legado a las siguientes generaciones.

La tribu tradicional surge a partir de la unión de un grupo de personas que habitan un determinado territorio. Actualmente, los territorios se han ampliado para abarcar los campos del pensamiento, las visiones, los sentimientos y las creencias.

Las “tribus” modernas son grupos de personas que comparten una visión del mundo, poseen hábitos comunes, tienen una determinada forma de hablar, una manera de pasar el tiempo libre y lugares donde realizan encuentros destinados a fortalecer a los individuos y al grupo.

En otras palabras, si los individuos se juntan voluntariamente, por el placer de estar reunidos o por la búsqueda de lo semejante, conforman una tribu. Por lo que las redes sociales son agrupaciones virtuales que pueden funcionar como tribus.

Formo parte de varias de estas tribus en la web, dentro de las que se encuentra mi tribu primaria (MEZCLA), sin embargo continúo prefiriendo los encuentros en espacios físicos, donde podemos mirarnos a los ojos, abrazarnos, besarnos y compartir el pan y el vino.

Distinto a las tribus tradicionales que se organizan por jerarquías y los niveles de autoridad suelen ser muy firmes y claros, las tribus de hoy día responden más al modelo circular en el que cada individuo se autogestiona y responde a su propia autoridad. Aun así, suelen tener un líder que sirve de espejo, en el que los miembros pueden reconocerse a sí mismos, en su propia grandeza.

Tal vez te estés preguntando ¿Qué es tan importante acerca de pertenecer a una tribu? En mi caso, aunque me independicé a los 15 años, hasta los 40 fue cuando mi vida empezó a prosperar. La época coincide con el tiempo en que inicié una tribu.

Durante siete años estuve peleando con el compromiso y mis resultados fueron muchos, aunque intangibles. A los 47 años creé MEZCLA como una tribu virtual y la respuesta entusiasta de los seguidores me hizo dar el siguiente paso: darle forma física. En ese momento, ¡empecé a materializar deseos!

Seamos honestos. Todos sabemos que hay una brecha entre lo que somos y lo que deseamos ser. Tal vez yo esté buscando desarrollar una nueva habilidad, mejorar una relación o recordar una sabiduría antigua, mientras tú vas tras algo más. Pero todos buscamos transformarnos en una mejor versión de nosotros mismos, que pueda crear y sostener la prosperidad que merecemos.

Formar parte de una tribu en la que podemos compartir modos de pensar y de sentir similares, trae enormes beneficios que sería tonto desestimar. En este año 2018, en el que cada uno tiene un profundo compromiso consigo mismo y con lo que le aporta crecimiento, poder contar con una tribu cuya regla principal es despertar y expandir la consciencia, tiene un enorme valor.

¿Sabes a qué tribu (s) perteneces? Para mí, formar parte de una tribu en que las personas sean conscientes del poder de su palabra, de su interdependencia con todo lo que existe y de su relación con el Uno, no es negociable. Algunos beneficios que obtengo son:

1. Vivir desde el Amor “asintiendo” a lo que es:

Vivir desde el Amor es un estilo de Vida, que se perfecciona en la interacción con otros. Jesús es el mejor ejemplo de asentir a lo que es. Sus enseñanzas se dividen en dos categorías: A) Cómo desarrollarnos espiritualmente en el Amor y B) cómo tratar amorosamente a otras personas. Ninguna lección de amor puede ser aprendida a solas. Se necesitan hermanos de tribu para practicar el asentir que viene del amor y llevar el mensaje al mundo.

2. El apoyo fomenta la transformación:

Cada uno de nosotros podemos expresar conductas hirientes, inmaduras e incluso peligrosas que requieren transformación y sanación. El cambio se produce cuando nos vemos reflejados en los otros. El trabajo de reconocer que todo lo que me ocurre muestra la relación que tengo conmigo misma es largo y duro, y se hace difícil y muy doloroso cuando intento realizarlo sola.

Santiago, uno de los primeros líderes de la iglesia, abordó este tema alentando a aquellos que estaban aprendiendo el camino de Amor que nos vino a recordar el maestro Jesús: “Por eso, confiésense unos a otros sus pecados, y oren unos por otros, para que sean sanados. La oración del justo es poderosa y eficaz.»

La confesión es el acto de reconocer lo que está mal y recibir ayuda para liberarnos de la culpa que nos produce separarnos del Amor

3.Mezcla fortalezas complementarias:

En una tribu, los talentos de cada miembro se brindan para el mayor beneficio de todos. Al igual que ocurre en un grupo musical, donde alguien puede destacar por tener una buena voz, otro por tocar muy bien la guitarra, y otro por ser muy bueno con la batería, la magia ocurre en la unión de talentos. Además, favorece la creatividad y el aprendizaje, ya que para tener buenos resultados no podemos mantenernos en puntos de vista egocéntricos.

La tribu es un espacio de crecimiento para ir hacia más. El Amor se expande en el agradecimiento de que las personas sean quienes son, sin procurar cambiarlas.

4. La tribu es un lugar sagrado para recordar lo maravilloso que es compartir y servir.

Las «cosas» son uno de los mayores obstáculos para el crecimiento, en los tiempos actuales. Muchas personas temen a la muerte por el miedo de perder todas sus posesiones. Depositar la confianza en el Amor, en vez de en las cosas, es un signo tangible de crecimiento en el Espíritu.

¿Y si Frodo hubiera ido a Mordor sin su tribu? ¿O si Lucas hubiera intentado rescatar a Leia sin Obi-wan, Han y Chewbaca? La grandeza de estas historias arquetípicas se basa en que nos demuestran que sólo podemos servir con efectividad cuando enrolamos a otros en nuestra misión.

Cuando compartimos, estamos dándole el poder al Gran Espíritu para que siga proveyéndonos. Cuando recibimos lo que otros han compartido, reconocemos que TODO es regalo. Cuando servimos con Amor la prosperidad se activa de un modo espontáneo. ¿Conoces un mejor lugar que la tribu para que este proceso ocurra?