¡Quiero revitalizarme!

¡Quiero revitalizarme!

Adicción sedentaria a ver la televisión. Abuso de café y otras bebidas con cafeína como los refrescos, y también de azúcar o alcohol. Estrés o aburrimiento permanentes. Largas jornadas bajo la luz artificial. Contacto asiduo con personas negativas. Trasnochadas continuas. Falta de sueño, ejercicio y descanso.

Estas son algunas de las actividades y costumbres que nos roban la energía vital y nos dejan más cansados, desganados y sin el combustible necesario para resistir todo el día. Son algunos de los grandes «enemigos de vitalidad» que debe evitar a toda costa.

Pero así como hay estilos de vida desvitalizantes, también hay conductas y hábitos revitalizantes que le conviene cultivar lo más posible. Los explica la reconocida experta inglesa en belleza, salud y mantenimiento físico Liz Wilde, autora del libro Quiero revitalizarme.

Estos son sus secretos para «recargar las baterías» del cuerpo, las emociones y la mente:

Báñese en la luz natural. Es un «nutriente» imprescindible para su sistema inmunitario. Asegúrese de pasar algún tiempo fuera de casa cada día y deshágase de las gafas de sol cuando las luz no sea demasiado intensa, para recibir toda la luz del sol posible. La terapia con luz no sólo levanta el ánimo, sino que facilita la síntesis de la vitamina D, llamada la «vitamina del sol» porque la elabora nuestra piel cuando nos exponemos a los rayos solares.

Rodéese de plantas. La presencia de vegetales, tanto en su hogar como en la oficina, puede ayudar a descomponer las radiaciones electromagnéticas que desprenden los ordenadores y televisores. El oxígeno puro que producen las plantas también es un tónico para los pulmones y el organismo en general.

Practique la respiración energizante. Debe ser lenta y profunda y partir desde el abdomen, a diferencia de la «reductora de energía» que es rápida y superficial y se centra en el pecho. La mejor respiración es así: a medida que inspira, sus pulmones se expanden para empujar su estómago hacia fuera, y cuando espira, su estómago se contrae para expulsar el aire. Échese en el suelo y coloque una mano sobre su vientre para sentir el movimiento. Expulse su tripa hacia fuera al inspirar y hacia dentro al espirar. Su cuerpo seguirá esta pauta en la siguiente respiración.

Hágase un rápido masaje. Cuando sienta que su cuerpo se debilita puede aplicarse dos fricciones muy estimulantes: en los pies o en las orejas. Para la primera opción quítese los zapatos, mueva los dedos y gire los tobillos; después comience a masajear el talón y toda el área del pie con pequeños movimientos circulares. En el caso de las orejas, comience por los lóbulos, utilizando sus dedos índice y pulgar para realizar un masaje en dirección ascendente. Ambos masajes mejorarán su estado de ánimo de inmediato.

Descanse por la noche. La mayoría de nosotros necesitamos entre siete y nueve horas de sueño para sentirnos frescos por la mañana, pero pocos lo conseguimos. Aparte del cansancio, esto produce dolores de cabeza, mal humor, falta de memoria y visión borrosa. Evite dormir durante el día aunque sus ojos se estén cerrando, no se acueste hasta que se halle cansado y tome un baño templado de 30 minutos antes de acostarse. Las infusiones especiales para la noche o la manzanilla, así como la leche caliente, también ayudan a conciliar el sueño.

Regularice su vida. Intente respetar su reloj biológico interno, acostándose y levantándose aproximadamente a la misma hora cada día. Llevar una vida irregular contribuye a agotar su energía, porque al confundir los biorritmos de su organismo, desorienta a su mente.

Refuerce su hierro. Un nivel bajo de energía suele coincidir con una deficiencia de hierro, un mineral que ayuda a los glóbulos rojos a transportar el oxígeno hasta el cerebro y los músculos. Cuando falta, aparece la anemia, caracterizada por el cansancio físico y mental. Puede encontrarlo en la carne, los huevos, el pescado, las cerezas, las verduras de hoja verde y las frutas desecadas, así como en los suplementos alimenticios.

Actívese con ginseng o guaraná. Los chinos vienen utilizando la raíz de esta planta desde hace siglos para potenciar la energía. Esta hierba de propiedades múltiples funciona estimulando la circulación sanguínea y elevando la estamina, un compuesto relacionado con la líbido. Además ayuda a afrontar el estrés, dado que estimula la liberación de adrenalina, una hormona que aumenta la energía. Otro poderoso estimulante natural, que utilizan los indios del Amazonas para aumentar su fuerza, es el guaraná, una planta rica en cafeína, teofilina y tanina: todos fitocompuestos estimulantes presentes en una taza de té.

Camine, camine, camine. Es el mejor ejercicio para obtener energía. No sólo aumenta el aporte de oxígeno al organismo y potencia las defensas orgánicas, sino que también estimula un cuerpo y una mente agotados. Camine rápidamente, a buen paso, durante treinta minutos, hasta llegar a una hora diaria. ¡Se sentirá feliz de saber que además ha quemado unas 400 calorías! Si se siente aletargado después de comer, basta con dar un paseo de diez minutos para aumentar la energía durante un par de horas.

Queme calorías al aire libre. Hacer ejercicio en un espacio abierto aclarará su cabeza e inspirará su mente. Pasear en bicicleta en medio de la naturaleza es mucho más interesante y saludable que observar una fila de ciclistas en el gimnasio, pedaleando frenéticamente en sus bicicletas estáticas. Además, practicar ejercicio en el exterior tiende a dar más fuerza que hacerlo en un ambiente cerrado, a la vez que queman más calorías al subir cuestas, torcer las esquinas y luchar contra el viento. Es mucho más energético que leer una revista apoyado en el manillar mientras pedalea.

EFE-Reportajes.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas